Nedich, del Observatorio Gitano: “Tiene que haber una salida que evite el desastre, porque meter preso a alguien es poner a toda la comunidad en contra de la chica”

El caso que se investiga por trata de personas sobre la joven gitana que fue casada luego de querer evitar el casamiento, reavivó históricos prejuicios que se tienen hacia esta comunidad, y puso en discusión la mirada etnocéntrica de la justicia a la hora de interpretar otras culturas. “Si la chica no quiere casarse, la justicia hace muy bien en intervenir. Ahora bien, acusar a la comunidad de trata es de una mala fe y de un racismo vomitivo”, dijo Jorge Nedich, quien habló también de la dote en otras culturas y la ausencia del Estado.

By León Nicanoff /

En mayo de este año una adolescente gitana del grupo Rom de Santa Rosa le pidió ayuda a una trabajadora social de la posta sanitaria del barrio Atuel. La joven mantenía un vínculo con un hombre “criollo” (no gitano), y temía que su familia, al enterarse, la casara con otro joven de su comunidad, como se acostumbra en su tradición. La joven gitana le habría pedido a la trabajadora que les diga a sus padres que el tiempo ausente no lo había pasado con el “criollo”, sino con ella, en el Centro de Salud, de lo contrario, la casarían. Cuando la trabajadora social al cabo de tres días concurrió al hogar, la adolescente ya había sido casada y vivía con su flamante marido en otra casa.

Automáticamente se presentó una denuncia por trata de personas en la Unidad Funcional de Género y se allanaron diferentes domicilios. En julio el Juzgado Federal de Santa Rosa desestimó la denuncia por “falta de pruebas” pero un mes después la Cámara Federal de Bahía Blanca revocó esa resolución “prematura” y ordenó que se retome la investigación por presunto matrimonio forzado y trata de personas. Se está investigando un presunto “matrimonio forzado” por el intercambio de un bien económico, algo que en la cultura gitana -como en la judía o católica ortodoxa- se llama “la dote“. Actualmente, según fuentes de BIFE, hay dos personas detenidas.

“Cuando la trabajadora social al cabo de tres días concurrió al hogar, la adolescente ya había sido casada”

Ninguna cultura está por encima de los Derechos Humanos, pero las leyes son, a su vez, expresiones culturales. En este sentido, ¿qué sabe la justicia de la cultura gitana? ¿Solicitó asesoramiento de algún especialista a la hora de intervenir o la justicia simplemente avanza desde una mirada etnocéntrica, haciendo de la cultura propia el criterio exclusivo para interpretar a otras? Por otro lado, si el Estado –que excluye a la comunidad gitana en diferentes aspectos, como en la educación y escolarización– interviene fríamente en este caso condenando a los involucrados, ¿qué será de la vida de la joven gitana que solicitó ayuda para retrasar un matrimonio y terminó por abrir una investigación de trata de blancas? ¿Dónde está ahora y dónde estará después la menor romaní que es considera una “traidora” en su comunidad y corre riesgo de ser expulsada? ¿Alcanza sólo con hacer cumplir la ley?

Estos fueron algunos de los interrogantes que se desprendieron de la conversación de Revista BIFE con Jorge Nedich, escritor y titular del Observatorio Gitano. A partir del hecho del barrio Atuel se reavivaron una importante cantidad de prejuicios que históricamente se tiene hacia una comunidad que, pese a estar a la vista, se la desconoce por completo. De modo tal que la entrevista se dividió en dos partes. En la primera, Nedich dio su opinión con respecto a este hecho puntual y puso en discusión la mirada etnocéntrica del sistema judicial. En la segunda (que puede leerse acá), se explayó sobre sus costumbres, tradiciones y la historia de persecución y genocidios que ha sufrido el pueblo gitano para entender las problemáticas actuales.

Ninguna cultura está por encima de los Derechos Humanos, pero las leyes son, a su vez, expresiones culturales. En este sentido, ¿qué sabe la justicia de la cultura gitana?”

“Tiene que haber una salida que evite el desastre, porque meter preso a alguien es poner a toda la comunidad en contra de la chica. Va a terminar en los alrededores de La Pampa. No va a haber ninguna solución si se judicializa de esta manera”, lamentó Nedich, quien sigue de cerca el caso del barrio Atuel, en diálogo con BIFE.

“En este tema no se debería meter preso a nadie, sino hacer una probation y que todos los involucrados hagan un curso sobre Derechos Humanos, porque ellos desconocen absolutamente todo; que les hagan entender que son derechos universales que están por encima de las culturas, porque ellos viven en un patriarcado. La ley es la ley que ellos imparten. Los conocimientos son los que ellos tienen. La vida se concibe como la viven ellos”, explicó el escritor que reside en Capital Federal y que, en su momento, dio una capacitación en La Pampa sobre cultura gitana y las problemáticas actuales.

“Ahora bien, si se paga con cursos y con acciones sociales, esta situación puede tener un mejor desenvolvimiento. Me ofrezco como asesor gratuito para el sistema judicial porque pueden hacer un verdadero desastre. En La Pampa está María Ángeles Herram, que trabaja con ellos y que los chicos la quieren, para que pueda asesorarlos. Hay que aprovechar a esa mujer que está muy comprometida con los chicos, ella les saca los documentos, los lleva al médico. Los chicos recurren a ella porque en otro lugar no los atienden”, aconsejó Nedich, preocupado por esta situación que se ha replicado en otras oportunidades.

Jorge Nedich y su esposa, la doctora en literatura Voria Stefanovsky. Ambos dirigen el Observatorio Gitano.

1. Nedich explica el concepto de la dote (dinero o bienes materiales que se entregan al padre de la novia cuando ésta se casa) en su cultura y en otras que actualmente utilizan esa tradición. “Acusar a la comunidad de trata, es de una mala fe de parte del sistema jurídico y de un racismo vomitivo. “Si yo le doy dos ovejas es trata, pero si le doy un castillo, tengo glamur y deja de ser trata. Saquemos la hipocresía del medio”

“Hay una acusación de trata de personas en contra de los padres del novio y del padre de la chica porque aparentemente se entiende que la dote es trata de personas. Tenemos que dividir las dos cosas. Si la chica no quiere casarse y es menor de edad, no se tiene que casar, y la justicia hace muy bien en intervenir, porque los derechos humanos están por encima de las culturas. Ahora bien, acusar a la comunidad de trata, es de una mala fe de parte del sistema jurídico y de un racismo vomitivo. Lo que no hacen los fiscales con el poder, lo hacen con el pobre y, además, según su mirada, somos extranjeros, pero no somos extranjeros”.

“Hay muchas civilizaciones que tienen la dote como un elemente cultural que valoriza la mujer. Por ejemplo el pueblo ortodoxo judío también paga una dote, los que tienen la fe ortodoxa católica también, igual que en el campesinado mexicano, del peón, el padre trata de conseguir una vaca para que la hija se case. En la biblia lo mismo, y ahí por qué los fiscales no prohíben la biblia”

“Nosotros somos 6 grupos. En mi grupo se puso un simbólico de 50 mil pesos, porque cuando se casa se utiliza ese dinero. En otros grupos se utiliza oro, porque es un metal puro que impide las enfermedades. Son todas cosas que tienen que ver con el simbolismo. A veces el Estado actúa de manera arbitraria. Para mucha gente eso es trata de personas. Ahora bien, qué pasa si el hijo de ese señor se casa con el príncipe de Inglaterra, donde por protocolo le tocan castillos, una dieta de 40 mil euros mensuales. Si yo le doy dos ovejas es trata, pero si le doy un castillo, tengo glamur y deja de ser trata. Saquemos la hipocresía del medio”.

2. “El Estado no se va a encargar de esa chica, de educarla, de darle una casa digna. El Estado va a fallar, y después la chica y la familia que se arreglen”

“El Estado a veces actúa de manera ciega, porque no consulta a los que saben de cultura gitana, como en mi caso, que soy titular de una cátedra, y que podría asesorarlos porque ellos actúan defendiendo a la chica, pero después esa chica no puede volver a su comunidad, porque queda como una denunciante de su propia familia y su propia comunidad. Y el Estado no se va a encargar de esa chica, de educarla, de darle una casa digna. El Estado va a fallar, y después la chica y la familia que se arreglen”.

“Lo mismo pasa con esta cosa de aborto sí o aborto no. Supongamos que se aprueba la ley, después qué hace el Estado. Hay muchas chicas que después lamentan esas pérdidas, y el Estado qué hace. Y supongamos que gana la prohibición del aborto. Entonces qué pasa si el Estado dice tenés que tener a tu hijo. Qué ayuda recibe si es una chica pobre, ¿alcanza con la ley?”.

3. “Las expresiones jurídicas son expresiones culturales”

“A la justicia muchas veces le importa hacer justicia en términos occidentales. La nuestra es una cultura oriental. Entonces las expresiones jurídicas son expresiones culturales, de oriente o de occidente. Y esto contempla su propia cultura, por eso tienen que consultar. Tienen que ver por qué actúa así el otro”.

4. ¿Para la justicia el ciudadano argentino es un ciudadano argentino y nada más? “Cuando se saca a un chico de la comunidad gitana y se lo mete en un orfanato, se lo comen crudo”

“Es una burrada lo que te dijo porque no existe el ciudadano argentino. Era una idea sarmientina, donde se fundían todas las razas y religiones y de ahí salía el ser argentino. Eso es una gran mentira. Detrás de ti hay muchas otras nacionalidades e identidades”.

“Si la justicia es justa, tiene que conocer y comprender algunas pautas culturales. Y después fallar. Yo fui claro. Los derechos humanos están por encima de las culturas y las leyes nacionales. Entonces la chica debe ser amparada, pero fíjate qué pasa con ella y con su entorno porque nadie se la va a llevar y la va a cuidar. Cuando se saca a un chico de la comunidad gitana y se lo mete en un orfanato se lo comen crudo”.

5. Nedich revela que el grupo Rom es el más radicalmente gitano”, comprometido con estos “anacronismos culturales” y al mismo tiempo el grupo que tiene menos acceso a la educación formal. “En las escuelas no los quieren”.

“Me preocupa mucho porque es un problema recurrente en la comunidad Rom. Este es el grupo más gitano, el que más radicalmente gitano es, y es el grupo que está más comprometido con este tipo de situaciones y anacronismos culturales. Pero también es el que menos ingreso tiene a la educación formal. Tienen un 40% de indocumentación. La educación no va a resolver todos nuestros problemas, pero sí los más inmediatos”.