
Mariana Enríquez: el opio de los progres
El coronavirus es lo peor que le pasó a la literatura (y a cualquier intento de transformar el mundo en un lugar mejor) desde el incendio de la biblioteca de Alejandría. Si la sociedad ya estaba sedada por el progresismo liberal, después de la cuarentena va a ser una bandada de zombis con la cara del Joker tatuada en alguna parte del cuerpo y algún libro irremediablemente convencional bajo el brazo.