Relato de un joven macachinense en cuarentena

El muchachito este se había ido muy tranquilo a la querida Italia, había dejado todo en orden, se había pedido sus respectivos días en el trabajo y se había tomado el primer vuelo para Roma. Es un militante del “civismo honesto” (así se hace llamar) y antiperonista confeso. El pobre santo que tanto hablaba que Argentina está infectado por el “virus del peronismo”, quiso exportarlo pero los tanos se avivaron y le importaron el Coronavirus. Nada es gratis en esta vida. En realidad no se vino infectado, pero por si las moscas marche preso dos semanas, le dijeron. 

El muy turrito la estaba pasando de maravilla en Italia. Me iba informando por los diarios, tranqui, dice, pero en fin, estaba de recorrida allá con mi chica, no tenía tanto tiempo para preocuparme, viste, … Pasaron los días, cuenta, hasta que el finde pasado (el anterior) se empiezan a detectar casos grosos y todos empezaron a paranoiquear en Roma. Bueno, veía orientales paranoiquear en el metro, cómo se compraban latas, barbijos, había faltante de alcohol en gel, sacaban papel higiénico a roletes, si vos vieras. Pero yo ya me tomaba el buque así que mucho problema no me hacía. 

El pobre santo que tanto hablaba que Argentina está infectado por el “virus del peronismo”, quiso exportarlo pero los tanos se avivaron y le importaron el Coronavirus”

Entonces un día antes de irme leo que el Alberto saca el protocolo y que en simultáneo La Pampa se adhería. La pucha, me digo, hace un mes que estoy vagando y seguro que estaré 14 días más sin poder ir al trabajo. Me agarró cierta culpa. Entonces me tomé un trago más de cerveza y debo confesarte que ahí pensé “14 días en tu casa tranquilo y relajado, mmm, no está mal“. 

“Romantizar la cuarentena, por Dios Rodrigo, cuando hay tanta gente que precisa salir todos los días para buscar el mango, eso es muy de pequeño burgués”, lo interrumpí. Ah sí seguro, me contestó, porque la crítica a la romantización de la cuarentena seguro que no es de pequeño burgués. 

Cuando voy al aeropuerto –sigue con su relato– me llamó la atención que no haya nadie. Hice el chek in y nada. Ningún control. Ni migraciones ni nada. Me tomé una cerveza mientras esperaba y ahí fue que recibí la noticia que tenía que hacer cuarentena en Macachín. Fui el segundo caso en cuarentena, hoy ya cualquier boludo está en cuarentena, pero yo fui el segundo en toda La Pampa.

En el vuelo las azafatas repartieron las declaraciones juradas y cuando la dejo en migraciones al llegar, veo una sola chabona atajando todo sin guantes ni nada. Era la única persona recibiendo las declaraciones de gente que había atorranteado por el mundo entero. Pobre, esa hoy debe tener Corona hasta el pescuezo, me juego la cabeza.

Una vez en Macachín me tomé un taxi y le pregunté cómo estaba el tema, me dijo que había llevado a dos italianos y andaba re paranoico. A mí me daba cosa decirle que venía de Italia, viste, es como cuando te enterás que la novia de tu amigo se curte a otro, ¿le decís o dejas que viva alegre su fantasía hasta que se entere sólo? 

Fui el segundo caso en cuarentena, hoy ya cualquier boludo está en cuarentena, pero yo fui el segundo”

Quizá yo no le digo, para qué le voy a decir, le respondí.

Bueno, yo sí le dije al taxista. Mire Don, le dije, acabo de llegar de Italia y ahí la peste está generalizada y ahora me mandaron a hacer cuarentena de urgencia. ¿Para qué le dije? Empezó a abrir las ventanillas, hijo de puta me decía, bajá tranquilo los vidrios -le decía- igual te vas a infectar, hasta que frenó y me echó de su taxi. Yo me re calenté, me estaba discriminando, entonces hice como que le tosia un poquito. Se volvió loco. Me bajé, derrotado, y tuve que caminar hasta casa. Infectado o no, no lo sabía. 

Ya pasaron 10 días. No estoy infectado porque a los 10, 12 días aparecen los síntomas y estoy nuevo. Del cuerpo. Del mate estoy quemado. Ese día que llegué mi familia me acercó las llaves… Con un palo. Yo entiendo la paranoia, pero hacía casi dos meses que no los veía y ¿con un palo me la van a alcanzar? De última que me las tiren, todo bien, pero el palo es simbólico, ¿entendés? Me acuerdo en la primaria me gustaba una nena, una vez le escribí “tkm” en un papelito, y ella en la jeta me dijo “no te toco ni con un palo”. Sabés lo que me costó volver a tener confianza… porque ya en la secundaria…

Empezó a abrir las ventanillas, hijo de puta me decía, bajá tranquilo los vidrios -le decía- igual te vas a infectar”

 No te vayas de tema, tengo otras notas que hacer, seguí contándome de la cuarentena -lo encolumné-

Bueno… Ese día se fueron y luego regresaron. Me dejaron una vianda y dos botellitas de Corona jeje (bromea) y se fueron corriendo. Y nada, qué más te puedo contar. Si bien estar al pedo está bueno, está bueno, está muy bueno, como yo me siento bien de salud es una sensación rara. Además soy medio culpógeno, preferiría que el mundo esté en cuarentena. Ahí si que me tiro a muerto sin culpa. Viste cuando Mafalda dice “paren el mundo que me quiero bajar”, claro, es una caricatura así cualquiera, porque la verdad es que te bajas del mundo y te sentís sólo. 

De al lado se siente todas las mañanas la pared: pum pum pum, claro una parejita y su mañanero, y uno acá meta netflix y… en fin, que te puede decir. Dicen que Shakespeare hizo una de sus obras en cuarentena, por qué no se van a la puta madre que los pario. Todos. La vida es levantarme, desayunar y no mucho más. El otro día me prendí un fuego, hice un asadito con una entrañas que me había revoleado mi vieja por la ventana. Lo subí al Instagram pero ni pelota. Pensé que eso de estar en cuarentena iba a generar likes, pero no. Un amigo me tiró unos cogollitos por la ventana, eso sí fue conmovedor. Pero me bajó la gula y casi llamo por una pizza al delivery, pero de nuevo la culpa me lo impidió.

La verdad es que te bajas del mundo y te sentís sólo”

A los dos días ya me quería matar. Imagínate ahora, estoy barbudo, me baño cuando pinta, que se yo. Me llamaron a ver si tenía algún síntoma, no, les dije, sólo camino por las paredes. Al resto le debe chupar un huevo. Ya conozco uno que aprovechó y se fue a la costa. Un delincuente. Hoy me volvieron a llamar a ver si estaba cumpliendo. Van a venir a hacerme un hisopado desde Epidemiología y seguro en 4 días salgo… ¡si es que no decretan cuarentena obligatoria para todo el país!