Ziliotto: “No pienso ser el nuevo Verna, yo quiero ser Ziliotto” (video)

¿Quién es el gobernador electo de La Pampa? ¿De dónde viene, dónde está y hacia dónde se dirige el piquense de 57 años que inaugurará el fin de la etapa vertical del “caudillo” y el comienzo de la política horizontal del “hombre común”?

En septiembre del año pasado, Carlos Verna anunciaba que desistía de su carrera política y, en simultáneo, se abrían distintas puertas en el peronismo. Sin “caudillos” en competencia, a muchos le agradaba la idea de ser “el recambio generacional”, mientras aguardaban el dedo purificador de Verna que se mantenía suspendido en el aire. Finalmente, hace exactamente un año, aquel dedo señaló a Sergio Ziliotto, su mano derecha en el Congreso nacional.

Ziliotto ya sabía mucho tiempo antes que él iba a ser el candidato, según reveló a BIFE (“Hace un año se hizo público, aunque yo ya sabía mucho tiempo atrás que iba a ser”). Cuenta que la noticia lo sorprendió relativamente, porque siempre se preparó “para más”, y esa designación era, entonces, una posibilidad (“Nunca pensé que iba a ser funcionario, ni ministro. Las cosas se van dando, pero igual uno siempre tiene apetencias. Sí, también uno tiene apetencias”).

Si bien tuvo un rol protagónico durante el macrismo como legislador nacional presidiendo la Comisión de Trabajo y siendo clave, por ejemplo, en negociaciones para impedir leyes de Cambiemos contra el movimiento cooperativo, entre otras (no obstante, al comienzo, junto al Peronismo Federal, votó el acuerdo con los Fondos Buitres: “Es necesario terminar con el default”, había dicho), su conocimiento en la sociedad era escaso. Tuvo el momento de mayor impacto mediático en junio del año pasado, cuando su brazo en alza fue clave para que la Ley del Aborto Legal se aprobara en la Cámara Alta.

En ese momento le preguntaron: “Ziliotto, ¿por qué votó a favor del aborto?”, y este respondió desde el punto de vista del sentido común: “Porque no hay que pensar el tema desde una perspectiva moral o religiosa, sino como un tema racional y de salud pública”. Entonces, algunos lo alzaron para festejar. Ahora, los mismos, al ver su gabinete, le reprocharon que no haya ministras mujeres. De manera que se le preguntó: “Ziliotto, ¿por qué no hay ministras mujeres?”, y este respondió con la misma herramienta argumentativa del sentido común: “Los que están se eligieron por idoneidad, capacidad de trabajo y trayectoria. Igual, en todo el gobierno se duplicó la presencia de mujeres”.

Yo quiero ser Ziliotto”

El peronismo se ajusta a la realidad (o intenta). Cuando se pretende que la realidad se ajuste al peronismo, esta corriente suele perder. En este sentido, Ziliotto busca constantemente ser pragmático. Te dice: “El principal y gran desafío de un político es saber hacia dónde va la sociedad y, en consecuencia, aggiornar esa demanda”. ¿Y qué pide la sociedad? Por lo menos en términos políticos “mayor participación, mayor horizontalidad en las decisiones”, nos dice.

Kirchnerista de Néstor, muy crítico de Cristina en su momento, Ziliotto sobre todo reivindica el peronismo pampeano como peronista “tradicional”, y es parte del nuevo peronismo reconciliado que a nivel nacional busca consolidarse en el tiempo para que la crisis económica no derive en hecatombe social. Mientras que a nivel regional, se ubica cerca del Grupo Puebla, junto a los sectores “progresistas” y en contra de la “derecha” que busca “convulsionar la región”.

Para ser pragmático, entonces, hace falta entrenar el olfato a partir del estudio de los temas contemporáneos, y Ziliotto repite más de una vez: “No me permito dejar un tema que se trate sin haberlo estudiado en profundidad”. Cuando uno pregunta en el ambiente, entre las diferentes líneas, “¿cómo es el personaje?”, se reciben las siguientes respuestas: “Es un laburador”, “es muy estudioso”, “es medio seco, no sonríe nada”, “no es de dar vueltas, te dice sí o te dice no”, o “es el mejor alumno de Verna”.

Foto: Mariano Suarez Becerra

Ziliotto es vernista de primera hora. Comenzó a ser parte de la estructura del Justicialismo en los años 80 cuando Verna era ministro de Obras Públicas. Luego, fue director de Transporte en el 91 (“Época dura, cuando Cavallo nos tiró por la cabeza los trenes y los micros. Nosotros, por ejemplo, fuimos los únicos que nos hicimos cargo del ferrocarril, que funcionó hasta el 2001”). En el primer gobierno de Verna (2003-07) fue subsecretario de Promoción y Asistencia a la Comunidad y ministro de Bienestar Social. Quiso pero finalmente no se presentó a la candidatura para intendente de Santa Rosa en 2007 porque no le dieron los números. Del 2009 al 2015 acompañó a Verna en el Senado como asesor, actualmente es diputado nacional y el 10 de diciembre asumirá como gobernador. Hay dos cosas que se pueden decir con seguridad: que fue fiel a Verna y que es un político de profesión.

Llegó a Santa Rosa en el 83 (21 años), con el furor democrático, y comenzó contaduría pero nunca se recibió: se metió de lleno en política hasta el día de hoy. Su formación fue en la Juventud Universitaria Peronista (“Metimos el primer rector de la democracia y pusimos en marcha el comedor universitario”). Pero antes ya había hecho su primera gestión (17/18 años) en la secundaria: encabezó una comisión (“No se le podía llamar Centro de Estudiantes porque era la época de la dictadura”) que se había creado con el objetivo de mangar fondos para el viaje de egresados y, solapadamente, pedir que se cubran ciertas necesidades del colegio (“Ahí me di cuenta que tenía tendencia a armar equipos, o liderar”).

Nieto de inmigrantes italianos, hijo de padre ferroviario y camionero, padre de dos hijas y un hijo, Ziliotto nació en General Pico el 24 de septiembre de 1962. Creció como cualquiera jugando a la pelota en la calle y viendo a su padre “trabajar desde abajo”. El tema del trabajo es un eje recurrente en su discurso político (“Generar trabajo, para que se consuma y así reactivar la economía. Por algo Perón decía que gobernar era crear trabajo, porque te organiza el resto de las cosas”, dice una y otra vez). Esto no solo lo vio en su padre, sino también en el Padre de la escuela primaria Luján de General Pico (“La gran obra de ese cura salesiano”), a la que asistió y a la que este cura, en los recreos, les solicitaba ayuda para trasladar materiales y ladrillos (“Ahí me quedó el tema del trabajo como un valor fundamental”).

Casi 50 años después de aquellos recreos en que los niños muchas veces no jugaban sino que ayudaban al cura, a Ziliotto le toca ser gobernador de una provincia en una situación política inédita para La Pampa y en un contexto socioeconómico infinitamente delicado para el país y para la región.

Revista BIFE llega a la casa de trabajo del ziliottismo en la calle Bolívar (se mudaron de la Belgrano para “tener más comodidad e intimidad”, según nuestras fuentes). Nos recibe su secretario, Claudio Alou, y el encargado de prensa, Juan Carlos Matilla. Aparece Ziliotto, parado frente a nuestros equipos periodísticos: nariz y ojos aguileños, cabello blanco con algún dejo amarillo, 57 años; nos invita a pasar a su oficina.

“Recambio generacional”

¿Cómo se lleva con la idea de ser el mayor responsable de lo que pase en La Pampa en este contexto casi terminal?

No me asusta, porque creo que voy a estar a la altura de las circunstancias. Hace mucho tiempo tengo grandes responsabilidad, no es que arranco el 10 de diciembre. También, me sirvió esta larga transición para armar una estructura de gobierno, funcional, distinta a lo que está, pero en base a lo que yo creo que tiene que ser el desarrollo de la provincia. De todas maneras, en este contexto nacional, yo creo que soy un privilegiado de recibir, primero, la provincia desde el punto de vista del ordenamiento y con la reputación que tiene, con Verna como abanderado, pero también hay mucho por hacer.

¿Por ejemplo?

Primero necesitamos un país normal. Y tenemos un gobierno nacional de la mano de alguien que mira la política de forma distinta, como es Alberto Fernández. En esa normalización de la economía también está que a los pampeanos nos devuelvan lo que es nuestro, que nos vuelvan a tratar como pares, en este esquema que, gracias a Dios, termina con un eje unitario, donde a La Pampa no le dieron obras, donde tenemos un gran déficit de viviendas. Creo que si el gobierno nacional nos tiene en cuenta como una provincia más y a su vez nos devuelven lo que es de todos los pampeanos, creo que no vamos a tener ningún problema para que pongamos la provincia en marcha y volvamos a crecer.

Yo creo que soy un privilegiado de recibir, primero, la provincia desde el punto de vista del ordenamiento y con la reputación que tiene”.

¿Cómo se hace para crecer? Nombre tres grandes desafíos que usted se propone en la gestión.

Hay uno que abarca el resto, que es generar trabajo. Primero le damos dignidad a la gente, con eso estamos contrarrestando un sin número de problemas sociales que hoy aquejan la sociedad. Si hay una familia y hay trabajo, hay chicos comiendo en la mesa familiar, de manera que hay diálogo, y desaparecen las adicciones, la calle, la delincuencia. Ese es el paragua protector de todas las políticas públicas. Por eso Perón decía que gobernar es generar trabajo. Por eso hemos armado una estructura funcional a eso, con dos o tres herramientas institucionales que tiene el gobierno, además de la herramienta financiera que es el Banco de La Pampa, que es Pampetrol y Empatel, para poder intervenir en la economía a favor de la gente. Desde el Estado tenemos que ser capaces de ser eficientes y poder competir con el privado, para que parte de las ganancias queden en la provincia y que a su vez se puedan distribuir en los sectores que menos tienen o los que están más alejados

-¿Qué proyecto de provincia visualiza, con enfoque más agroganadero, más industrial, más administrativo?

El modelo que yo quiero para el país y la provincia es el que genera trabajo, es decir, el modelo donde se le agrega valor a la materia prima, a partir de la industria nacional. Hoy La Pampa debe ir afianzando ese cambio de matriz productiva y ponerle cada vez más valor a la producción primaria. Uno de los ejemplos que podemos demostrar como fortaleza y como perfiles de la provincia que queremos, reconociendo a Verna en su visión de estadista: hoy tenemos 4 frigoríficos exportadores que generan divisas para la provincia y para el país. Son 4 y dos de ellos los construyó el Estado provincial (Speluzzi y Bernasconi).

Foto: Mariano Suarez Becerra

Por supuesto que tenemos un gran déficit todavía y tenemos que aumentar la producción. Tenemos que tratar de engordar la mayor cantidad de los terneros en La Pampa y tenemos que lograr que el 100% de esos se faenen acá. El valor agregado que pueda generar el campo significará mayor mano de obra y circulación de dinero y por lo tanto actividad económica.

¿Los grandes problemas de La Pampa tienen que ver con no poder agregarle valor a la producción y también no haber desarrollar la zona franca?

Tienen que ver con una política nacional también. Si tenés un gobierno que te abre en forma salvaje las importancias, no podés competir con los bienes de consumo de china. Acá estamos importando muchas veces cerdo, de Nueva Zelanda, cuando nosotros tenemos posibilidades de producir cerdo y a su vez agregarle valor y no solo tener una carne alternativa a la vacuna, que sabemos que tiene otro precio porque es un commoditie y lo están demandando de forma muy fuerte en el mundo. El modelo para que haya trabajo en Argentina es industria nacional, y valor agregado a la producción primaria: al petróleo, a la sal, a la producción vitivinícola, al campo, a los cereales. Ahí está el tema.

Por supuesto que tenemos un gran déficit todavía y tenemos que aumentar la producción”

¿Cómo se va a dar la nueva configuración del peronismo que naturalmente se tiene que dar una vez que no estén más las tres personas que dirigieron la provincia?

Mirá, lo que no vamos a perder en el peronismo es la esencia, o sea para quién trabajamos. Son otros tiempos, por supuesto. Yo no pienso ser el nuevo Verna, yo quiero ser Ziliotto. Que la gente saque las diferencias que puede haber entre Carlos y yo. Que somos distintos, somos distintos. Si soy mejor o peor, que lo decida la gente.

Ziliotto y la provincia

¿En qué son distintos por ejemplo?

Yo no tengo el liderazgo natural que tiene Verna o tiene Marín. ¿Y los liderazgos cómo se compensan? Con trabajo en equipo. Cuando plantee la presentación del gabinete fue eso, que quería un equipo. Las decisiones se van a tomar de forma más horizontal. Es necesario, porque la sociedad demanda mayor concertación. Los sectores que están involucrados en la vida política, sean sociales, deportivos, políticos, religiosos, están demandando eso. Hoy la sociedad demanda mayor participación.

El gran desafío político es saber entender hacia dónde va la gente. Cuáles son los planes que propone la gente y aggiornar eso. No es la misma situación política ni económica social hoy, ni hace 4 años ni hace 16 cuando asumió en el 2003 Carlos.

Yo no pienso ser el nuevo Verna, yo quiero ser Ziliotto. Que la gente saque las diferencias que puede haber entre Carlos y yo. Que somos distintos, somos distintos. Si soy mejor o peor, que lo decida la gente”

¿Con usted llega finalmente el recambio generacional?

El otro día lo planteaba Verna en el partido. Yo tengo 17 años menos que él y los diputados nacionales casi 30 menos que él. En Santa Rosa y Pico tenemos dos intendentes que son gente joven. Creo que se está dando. Pero tampoco la renovación significa “tirar un viejo por la ventana”. Es un recambio generacional principalmente de la cabeza y no otro punto de vista.

Dijo que son distintos los contextos de Verna y el suyo, ¿qué le toca a usted?

Yo tengo la gran ventaja inicialmente que voy a gobernar con un presidente peronista a nivel nacional, cosa a que a Carlos no le pasó.

Pero hubo un presidente peronista y gobernador peronista y no fue tan favorecida la provincia…

Bueno, pero eso tiene que ser con la impronta de cada gobernante. Yo en ese sentido voy a aprovechar que sea un gobierno peronista porque también le voy a exigir. Que todo lo que se prometió se cumpla. Nosotros apoyamos a Alberto Fernández porque era el que proponía una agenda federal. Vamos a estar al lado del presidente porque es necesario un gran acuerdo político, primero hacia adentro y después hacia afuera. Y creo que los gobernadores se lo vamos a dar. Tenemos que pelear no solo con la crisis interna, es decir, los actores internos altamente empoderados, porque después del gobierno de Macri los capitales argentinos se han quedado con los recursos naturales, o la prestación de los servicios y ponen el precio que quieren. Entonces no solo con eso sino también con el FMI. Ahí necesita Alberto que no le demos la espalda los gobernadores.

Las decisiones se van a tomar de forma más horizontal. Es necesario, porque la sociedad demanda mayor concertación”

Ziliotto y Alberto

¿Cómo lo ve a Alberto?

Fuerte. Si hay un ventaja que tiene Alberto, trasladándola y sin falsa pedantería, tenemos los dos experiencia en la administración. Alberto fue seis años jefe de Gabinete de Néstor y conoce la administración al dedillo. Poner en marcha la estructura funcional no le va a llevar ningún esfuerzo. Y después bueno, la visión que plantea de buscar la reactivación de la economía a partir del consumo. Es decir, poniendo dinero a la gente, creo que nosotros siempre hemos comulgado. Cuantas veces a fracasado eso de que el derrame de la economía sucede, de que cuando vos le pones dinero a los que más tienen llegan a los que menos tienen. Mentira. Eso cada vez alarga más la brecha entre los que más ganan y menos ganan.

Ahora Alberto ha adoptado un perfil de lo que se conoce como el Grupo Puebla, ¿cómo ve eso?

Yo creo que con lo que está pasando en la región hay que tener mucho cuidado. Lo que no nos puede pasar es que nos cacen de a uno. Creo que somos muy fuerte en América del Sur si vamos todos juntos con la fortaleza que hubo en la Unasur, que fue algo que nos potenció. Tenemos que entender la mayoría que lo que estamos del lado de la lucha popular, de que tenemos que estar todos juntos. Si le hacemos el juego a la derecha, peleándonos entre nosotros, estaríamos equivocando el camino. Es necesario una fortaleza regional para enfrentar los grandes monstruos que vienen a seguir colonizándonos como antes.

¿Cómo analiza lo que sucede en Ecuador, Chile, Bolivia, etc?

En todos lados hay un aumento vinculante de la derecha, en muchos lados con la fuerzas armadas como el brazo ejecutor, tratando de imponer su modelo económico, que es la concentración de la riqueza. Si hay un ejemplo es lo que está pasando en Chile y Bolivia. ¿Qué es lo que quieren? A Chile: un país rico con habitantes pobres. Y no les gusta que en Bolivia esté un gobierno popular que haya estatizado el gas, el litio y distribuirlo entre los que menos tienen. Es un modelo que es excluyendo, y el hilo detrás de todo esto es la derecha.

¿Cuánto puede tardar ese hartazgo en América Latina para que llegue a Argentina?

Depende de nosotros. Si nos vamos a pelear como en el 2015 cuando permitimos que gobernara Macri vamos a estar equivocados nuevamente. Por eso este proceso de unidad que logramos del Frente de Todos y que venimos haciendo acá desde el 2017 tiene que ser un programa de gobierno y una forma de defender a los que menos tienen.

Ziliotto sobre Latinoamérica

En todos lados hay un aumento vinculante de la derecha, en muchos lados con la fuerzas armadas como el brazo ejecutor, tratando de imponer su modelo económico, que es la concentración de la riqueza”

Si eso no se consolida en el tiempo, ¿visualiza un escenario de conflictividad social en diciembre? ¿cómo ve en este sentido las organizaciones sociales, los sindicatos, etc?

La responsabilidad es de todos. Por supuesto que tenemos que tener en cuenta que hay gente que sufre, que pasa hambre. El primer objetivo es sacar a la gente del hambre. Y esa política mucho tiene que ver con uno de los programas que puso en marcha Néstor Kirchner, que la gente tenga como mínimo para volver a tener las 4 comidas durante el día.

¿Cuál le parece que pueda ser el talón de Aquiles o los límites que tenga Alberto en su gobierno?

Yo creo que el talón de Aquiles tiene que ser también nosotros mismos. Vienen tiempos difíciles, tenemos que estar todos juntos. Creo que no va a pasar porque Alberto la tenga clara, sino saber bien para quien debe gobernar, es decir, qué hacer con la renta. Algo muy simple. Si la renta del país la vamos a a distribuir entre todos o se la van a quedar unos pocos. Es una pelea permanente. Y en esa tarea está el éxito de la gestión. Si vos a la gente le das dignidad, la gente te va a bancar permanentemente.

¿Internamente puede haber conflictos entre la visión y el modo de hacer política de La Cámpora y el Peronismo Federal?

Es un riesgo que pintan más de uno y el caballito de batalla del oficialismo. Los medios concentrados que hicieron campaña para Macri están viendo si Alberto la miró feo a Cristina o viceversa. Esas nimiedades tenemos que tenerlas muy en claro de que no sean las cosas que nos separen.

¿Cómo llegó Macri al poder?

Por la división del peronismo. Nadie puede hacerse el distraído. Hubo errores del gobierno de Cristina, sí. Pero algunos que creyeron que se salvaron solos, ahora se dieron cuenta que no sirvieron para nada, que en cierta manera lo que a la larga nos permitió volver a juntarnos. Las peleas del mismo peronismo del campo popular fueron las que llevaron a que la derecha tuviera la posibilidad de gobernar el país con los votos.

Si vos a la gente le das dignidad, la gente te va a bancar permanentemente”

¿Qué era Cambiemos hace 4 años y qué es Cambiemos ahora?

Cambiemos fue una coalición de gobierno, donde se juntó la derecha con el radicalismo y que claramente a lo largo de 4 años no hicieron un plan económico sino un plan de negocios.

Y la gente, el 40% de la gente, ¿es esencialmente antiperonista?

Si, hay una capa de antiperonismo. Pero también tiene que ver con la gran campaña que hizo el gobierno después de la PASO que fue meter miedo. Y si ese miedo logró que la gente vote a Macri después de lo que pasó es la razón por la que no debemos volver a cometer errores.

¿Cómo llegó Macri? “Nadie puede hacerse el distraído”

Macri llegó por la división del peronismo. Nadie puede hacerse el distraído. Hubo errores del gobierno de Cristina, sí. Pero algunos que creyeron que se salvaron solos”

¿Se puede gobernar con ese 40% en contra?

Hay que demostrarlo día a día. No se puede trabajar con eslóganes. La gente premia y castiga, y ha tomado como una herramienta excelente para manifestarse el voto popular. Si vos gobernás 4 años para la gente, te votan. Le pasó a Macri. O sea, hablamos del 40% pero no del 60% que no lo votó. Macri defraudó a la gran mayoría de sus votantes, y nosotros debemos trabajar para dar respuesta a ese 48% que nos eligió y tratar de hacer entender a la gente que no nos votó, poder convencerla que también es a favor de ellos.

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