El anuncio de la visita de Alberto Fernández a La Pampa levantó alguna polvareda y alguna que otra chicana de bajo vuelo que surgió a partir del comunicado que generosamente el Comité Provincia de la UCR, encabezado por Julio Pechín, depositó en las casillas de los medios de comunicación. Los correligionarios, como puede leerse claramente acá, insinuaron que la comitiva presidencial debería realizar la cuarentena al ingresar a La Pampa ya que “todos los habitantes tenemos el mismo derecho”, pese a que el presidente –naturalmente- está exceptuado de dicho cumplimiento.
Al parecer, el comunicado fue redactado rigurosamente mal, porque lo que quiso trasmitir la UCR fue en realidad que el gobierno informe el protocolo que iba a tener Alberto Fernández. A esta deducción llegó el inquieto equipo de Diario Textual que, ante la duda, consultó con Julio Pechín y les aclaró la situación (click). Sin embargo, olvidaron esclarecerles el panorama a otros militantes del radicalismo, porque no solo el secretario de Gobierno y Seguridad de Acha dijo “no estoy de acuerdo con la expresiones del presidente de mi partido”, sino que hoy, en la sesión de la Legislatura, la diputada Agustina García de la UCR directamente manifestó que “es un orgullo que venga” Alberto y, provocativamente, insistió: “Bienvenido presidente a nuestra provincia”.
Más allá de los cruces entre correligionarios, lo nuevo es que el legislador del PRO, Martín Ardohain, desde el recinto de la Cámara de Diputados, deslizó: “Espero que no seamos noticia como con la visita de algún presidente anterior. Esperemos que esta visita sea en paz”. El diputado “amarillo” estaba haciendo referencia al militante peronista y atleta Anibal Prina, quien corrió para lanzarle huevos al presidente Mauricio Macri el 12 de octubre del 2017 y que -por huevón- fue condenado a pagar una jugosa multa y a realizar tareas comunitarias.
Tras las declaraciones de Ardohain, los diputados del Frejupa estaban ansiosos. Marín Balsa fue el primero en levantar la mano y le concedieron la palabra: “Que se quede tranquilo el diputado Ardohain”, le dijo Balsa (de Nuevo Encuentro). “Que no se preocupe que no va a suceder nada, porque no se puede comparar un presidente que gobierna a espaldas del pueblo con un gobernante que gobierna para el pueblo”.
Atento, Ardohain encendió de nuevo el micrófono y contratacó: “La figura presidencial es la figura presidencial, nos guste o no. Si solo vamos a recibir a quien nos guste, estamos en problemas. Defendamos las instituciones”, propuso, y reflexionó: “Por eso hablo de dicotomía” (recordar “dicotomía” e “institucionalidad” porque más adelante “Tapera” Avendaño hará alusión a eso).
Desde una avenida del medio, desde un peronismo “racional”, Espartaco Marín intervino: “No concuerdo con la definición de dicotomía”, se desmarcó el militante de Convergencia. “No concuerdo con eso de que antes había una oposición responsable y otra que no es responsable. Porque el peronismo fue respetuoso”, se excusó y dijo: “Algunos nos trataron incluso de colaboracionistas (el kirchnerismo de Nuevo Encuentro), pero el peronismo acompañó en aquellas iniciativas que eran importantes, y hubo otras que no, por ejemplo nombrar a dos jueces por decreto. Entonces esta dicotomía no es tal”, cerró “Taco”.
Para finalizar con la frutilla del postre en este “debate” por la llegada de Alberto que, en realidad, devela –más allá de las contradiccione- tres posiciones ideológicas como lo es la noción de una supuesta “institucionalidad” en el discurso del PRO, la necesidad de “protestar” pese a todo en el discurso de Nuevo Encuentro, y la “racionalidad” de acompañar lo que “está bien” y repudiar lo que “está mal” en el discurso de Marín; apareció la figura de “Tapera” Avendaño, desde un peronismo barrial, quien se escapó de la efímera y a veces trivial coyuntura para sobrevolar la eternidad de la historia. Dijo:
“No me voy a detener en el término ‘dicotomía’, que otro día podemos conversar”, y dejó la puerta abierta. “Me voy a detener en la institucionalidad. Si hay algo que hemos sufrido los peronistas, fue la ruptura de la institucionalidad, ya que fuimos perseguidos a lo largo de la historia. Que se quede tranquilo Ardohian, que si hay algo que tenemos claro los peronistas es que debemos respetar al institucionalidad, es algo que le debemos al presidente Alfonsín”.



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