Brenda Ferreyra, madre de una alumna de 15 años del colegio Fernando Aráoz de Santa Rosa, denunció que su hija fue agredida violentamente por una compañera, pese a que la situación había sido advertida previamente a las autoridades del colegio. “Todo esto se pudo haber evitado”, afirmó con indignación.
Fue el lunes por la mañana cuando su hija le envió una captura de un grupo de WhatsApp donde se anticipaba la agresión. “Ella a las 10 le avisó a la preceptora porque tenía miedo, pero me terminó avisando a mí porque nadie hizo nada al respecto”, contó.
Ferreyra fue de inmediato al colegio, habló con la directora y decidió retirar a sus dos hijos del establecimiento. “Le pregunté quién era la chica que le quería pegar a mi hija y por qué. Me dijo que no podía decirlo porque era menor. Le dije que me parecía perfecto, que me los llevaba y no volvían más”, dijo.
Sin embargo, mientras estaban en el lugar, se produjo la agresión. “Se acercó esa chica y le pegó delante de mí. Mi hija le dijo ‘no quiero hablar con vos’ y esta chica la empezó a golpear, la agarró de los pelos, le dio patadas en la cara… no la podíamos sacar”, detalló. En medio del intento por separarlas, Ferreyra también fue golpeada. “La directora sostenía a mi hija de los brazos, y la otra le seguía pegando. Me metí, la insulté, fue lo único que me salió hacer… y me pegó a mí también”, denunció.
La joven fue atendida una hora después y se encuentra con parte médico. “Está mal, grabaron un video y todos se burlan. Si yo no llegaba ese día, no sé qué pasaba”, lamentó.
Ferreyra responsabilizó directamente a la directora Paula Pérez Castro, a la auxiliar María Luján Fernández, al preceptor y al vicedirector. “No voy a parar legalmente hasta que no vuelvan a tratar con niños. Lo que más le dolió a mi hija fue que yo viera cómo le pegaban”, cerró.