Si bien no es un hecho insólito que una Iglesia se encuentre en el centro de la escena tras revelarse situaciones de abuso sexual (un informe del 2018 calculaba unas 100 mil víctimas de curas y religiosos en todo el mundo) y de estafa, los casos que trascendieron de la Iglesia evangélica “Jesús Puede Hacerlo” agitan la opinión pública santarroseña cuyos murmullos se escuchan en las cafeterías, los quioscos, las paradas de colectivos y se leen en las redes sociales.
Es común que en este tipo de situaciones, donde opera un mecanismo de manipulación sofisticadísimo, comiencen a develarse las situaciones de abuso y de estafa gracias al “efecto cascada”: hace falta que aparezca el primer caso para que el resto se sume a la ola de denuncias, como la ficha que provoca la caída definitiva del dominó.
Es así que Revista Bife accedió a una serie de testimonios de familiares de víctimas, que salieron a hablar con este medio tras conocerse las denuncias que recayeron sobre la Iglesia ubicada en la av. Spinetto, esquina Ortíz, liderada por el pastor Javier Rodríguez y su esposa, la pastora Romina Marín. Actualmente hay 3 denuncias que en primera instancia fueron radicadas en la Secretaría de la Mujer por abuso sexual y estafas millonarias.
Comiencen a develarse las situaciones de abuso y de estafa gracias al “efecto cascada”
“Mis tíos era una pareja emprendedora que estaba bien económicamente. Por algunos problemas dentro de su matrimonio, concurrieron a esa Iglesia y automáticamente dejaron de frecuentar nuestra familia. Siempre fue muy turbia la relación del pastor con sus servidoras”, contó a este medio un joven de 28 años que prefirió no revelar su identidad ya que dichos tíos siguen siendo feligreses de la institución religiosa. “Además, quedaron absolutamente en la ruina, hasta el auto perdieron y, sin embargo, ellos todo el tiempo estaban intentando reclutarte para que vayas a esa Iglesia, como una secta”, dijo.
Precisamente uno de los mayores malestares que hay entre los desencantados con esta institución evangélica tiene que ver con la recaudación millonaria que realiza mensualmente el pastor a través de la cobra del diezmo. Se dice que durante el año 2021 juntaba alrededor de 5 millones de pesos por mes.
Siempre fue muy turbia la relación del pastor con sus servidoras
Una mujer de unos 50 años, hermana de un hombre que asiste a “Jesús Puede Hacerlo” y que trabajaba en el rubro gastronómico, relató a este medio: “Lo hacen trabajar gratis, mi hermano tiene que pagar y hacerle la comida a todos, y le hacen creer que es “una obra de caridad”. Mi hermano y esta gente que está convencida sienten la obligación de tener que brindar estos servicios de manera gratuita”.
Muchos de los familiares de las víctimas explicaron que les cobra el diezmo de lo que ingresa a cada hogar. “Mucha gente vendió todo. Quedó absolutamente en la ruina. Cuando no tenía para darle el diezmo, muchos creyentes se pusieron a vender sillones, motos, bicicletas, muebles”, dijo otro familiar a este medio.
También revelaron que para poder asistir a la iglesia había que estar casado para no “vivir en el pecado”. “A un joven lo obligaron a casarse con una mujer, y se casó. Pero el muchacho era gay, y por suerte se pudo escapar de ahí. Ahora es trans y se fue de la ciudad”, contó.
Se dice que durante el año 2021 juntaba alrededor de 5 millones de pesos por mes.
Por otra parte, una de las denunciantes contó que “en dos situaciones que viví, la muerte de mi padre y de un sobrino, el pastor me manipuló. Se acercó y me mandaban muchos mensajes, con insinuaciones como que yo ‘era una tentación’ o si corría mucho por qué tenía la ‘cola dura’. En ese momento no te das cuenta, pero eran constantes”.
Además reveló que la hacía ir a la casa en horas de la noche y en el camino del ingreso a la casa, por un pasillo oscuro, le daba palabras de consuelo y le hacía tocamientos. “Es enorme la manipulación a la que te someten”, dijo.
Indicó que “nosotras tenemos familias destruidas, matrimonios rotos, con familiares que sufrieron parálisis. Y hay manipulación de la gente, en la iglesia, actualmente. Aunque ahora él no predica (por el pastor Javier Rodríguez), sigue diciendo en la iglesia que todo es mentira, que es el demonio o el diablo quien lo denuncia, cosas así”, dijo.
Mucha gente vendió todo. Quedó absolutamente en la ruina
Otro de los testimonios a los que pudo acceder Bife tiene que ver con personas que asistieron a la Iglesia “Jesús puede hacerlo” pero dejaron de frecuentarla por las prácticas del pastor y la pastora.
“Yo comencé en esa iglesia, jamás pagué un diezmo porque a Dios no se le paga. Y me fui porque ya no existía para ellos, como no pagaba no era nadie. Sólo sé que se hicieron tremenda casa con motos y autos cero kilómetro”, dijo una usuario a este medio.
“A mí nadie me mete la mano en el bolsillo, mucho menos me tiene que decir quién o cual es la persona con quien yo tengo que estar”, comentó otra usuaria.
A LOS BIFES
-
El misterioso sabor del alfajor pampeano de Nora Ponzo y la mágica experiencia de combinarlo con café
-
Against: “La crítica social siempre estuvo en el metal argento, y nosotros siempre vamos a reivindicar eso”
-
El colectivo que no frena: entre baches y resignación, un viaje al silencioso colapso del transporte urbano de Santa Rosa