Hace 15 años que La Pampa se encuentra en el podio de las estadísticas nacionales con mayor cantidad de contactos con ovnis. Nuestra provincia forma parte de lo que se llama el “cinturón meteórico”, hace millones de años fue zona de impacto meteórico y esa sería una de las razones que generarían las condiciones para favorecer el desplazamiento de estos vehículos espaciales.
Esta es la primera hipótesis del reconocido ufólogo Oscar “Quique” Mario -que hace 48 años mantiene un ojo en el cielo y otro en la tierra-, sobre la razón por la cual seres de otro planeta insisten en hacer contacto con esta llanura del centro del país.
“Con esta definición me alejo de la cuestión turística de que nos visitan porque nosotros, los pampeanos, somos especiales”, dice con cierto escepticismo a Revista BIFE.
En un momento determinado, a principio del siglo, una empresa privada de turismo hizo contacto con los mayores expertos ufológicos de la región para explotar el “tema ovni” en La Pampa, como se ha hecho en otras zonas (la más conocida en Capilla del Monte).
La idea era hacer “la ruta de los ovnis”. Unir las zonas más calientes: Alpachiri, Guatraché, Jacinto Arauz, la ruta del desierto y la ruta 10 que va a Santa Isabel y sigue para La Humada. “El misterio de la ruta 10”, dice Mario, “es la zona más caliente de las calientes, desde Luan Toro para arriba han ocurrido eventos extraordinarios”.
Pero dicho proyecto que movería muchísimo dinero, si bien tentador, no prosperó porque la motivación de los investigadores no fue hacer de los acontecimientos un circo, sino seguir con la recopilación de datos y publicación desde el punto de vista informativo.

Quique Mario, 48 años en la ufología: con un ojo en la tierra y otro en el universo
Los ufólogos pertenecen a un mundo muy extraño. Son personas que persiguen una pista o esperan como furtivos en el universo un indicio e investigan toda su vida para, quizá, nunca llegar a una verdad. Son buscadores eternos y, pese a eso, que puede ser frustrante, persisten en su extasiado deseo de contactar con seres de otro planeta.
“Todos se sacuden con que el caso que investiga el otro no es real, pero en el fondo nadie puede afirmar nada con contundencia”, dice Quique Mario, el mayor representante pampeano en este campo, reconocido a nivel internacional, distinguido por la Organización de las Naciones Unidas, ha publicado una serie de libros y está preparando otro en el que promete “información inédita”.
-¿En qué momento te empezaste a interesar por los ovnis? ¿Cuáles fueron tus inicios?
A los 7 años, cuando iba con mi madre al almacén de Villa Busto, ya prestaba atención cuando comentaban “ayer bajó un plato volador”. No había radio ni televisión, pero yo me lo imaginaba. Mi abuela fue muy compinche, y un día compró la revista ASÍ, que tenía la foto sacada en Brasil de un plato volador. Cuando me fui a estudiar periodismo a La Plata, empecé a comprar libros y a relacionarme con esa gente, iba a conferencias. Mientras tanto ocurrían cosas en La Pampa, de modo que se reafirmaba mi entusiasmo por la búsqueda.
-¿Cómo es el mundo de la ufología?
En algún punto es como el de la política, porque hay muchos celos. Siendo honesto, yo no entiendo nada, es decir, no puedo encasillar nada, no puedo tener certezas. Todos se sacuden con que el caso que investiga el otro no es real, pero en el fondo nadie puede afirmar nada con contundencia.
Esa diferencia la plantee en un congreso en el 80, donde dije que había que diferenciar investigadores de campo y de los de escritorio. Los dos son necesarios, pero hay que diferenciarlos. Pero investigación de campo es fundamental, porque estás en contacto con el protagonista, uno ya tiene una visión. En mi caso me encuentro 20 veces con los protagonistas de un hecho. ¿Por qué? porque se genera un vínculo, reencontrarme con la persona implica demostrar si la persona está bien o si está delirando.
Hay muchos tipos que por plata te organizan encuentros programados, es decir, que nos vamos a encontrar con extraterrestres a tal hora, y la gente va y paga.
-¿Cómo haces para diferenciar quién dice la verdad y quién macanea?
A esta altura, al minuto me doy cuenta si está macaneando. Igualmente le hago dos encuestas, y las cruzo con psicólogos y psiquiatras y me dan su opinión, como le tipo de Luan Toro que dijo que mató a un extraterrestre. Ese tipo vino a mi casa con armas, a mí me dio una 9 milímetros. Yo le dije que sería mejor comunicarse que cagarlos a tiros. Entonces lo eché a la mierda. Me trajo fotos del lugar donde estaba, y un día vino y me dijo “maté a uno lo tengo en el freezer en mi casa. A los dos días me presenté en la casa, y le dije a ver dónde tenés el frezzer, y metió excusas.
-¿Nunca te desmotivaste en la búsqueda?
No. me impactó cuando se murió mi señora. Pero desmotivarme no. Yo hablo de los casos que investigo, y defiendo a los testigos que quieren bastardear. En Trelew un policía me paró y me dijo “usted es Quique Mario”, porque vio la serie de Infinito. En el sur me conocen mucho.
-¿Alguna vez tuviste un encuentro con un ovni?
Sí. Tuve contacto con un objeto gigantezco. Yo le hacía golpes de luz y me respondió aumentando la intensidad, con los mismos golpes de luz. Si hacía tres, ellos hacían tres, fue en un campo en la zona rural de Bordenave, provincia de Buenos Aires.
La segunda vez que fui, en 1998, había una luz que era cada vez más grande. Empecé a ver con un prismático y no era un plato, eran como dos esferas grandes y una chica más abajo que giraba. Decidí acercarme. Había animales que estaban echados, o sea no se daban cuenta, no les molestaba la luz. Hacía un frío terrible y lloviznaba. Le saqué una foto y me di cuenta de los detalles.
-¿De qué se trata el misterio de la desaparición de agua de los tanques australianos?
Hay muchos tanques australianos que aparecen de la noche a la mañana completamente vacíos. Eso forma parte de nuestras investigaciones, porque hemos estado en lugares donde se han llevado 300 mil litros de agua de tanques gigantescos sin ninguna gota derramada en ningún lugar. Quienes se la llevan tiene la capacidad para separar el hidrógeno y oxígeno y utilizarlo como combustible.
-¿Y las mutilaciones de vacas nunca dejaron de ocurrir?
No. nunca. Siempre hay mutilaciones. Hay un promedio de 2 y 12 por mes, pero nunca es difunde. No hay respuesta lógica de la ciencia a este acontecimiento. los productores ya no denuncian, porque después los llaman del Juzgado de Acha y se tienen que hacer un terrible viaje para firmar un papel que no va a servir de nada, porque no se va a descubrir nada. Yo lo he hablado con un juez y me dijo que estas causas siempre quedan abiertas.