El crimen de Lucio Dupuy, de apenas cinco años, estremeció a La Pampa, y trascendió más allá de las fronteras de Argentina. Y otro caso reciente en Reino Unido no hace más que volver a poner en primer plano el abuso infantil.
Savannah Brockhill, una boxeadora aficionada y guardia de seguridad, mató a puñetazos y estampó a Star Hobson, de solo 16 meses, en Keighley, West Yorkshire. Star era la hija de su pareja, Frankie Smith.
Llamado a emergencia para culpar a un niño
Una escalofriante llamada al 999 realizada 15 minutos después del brutal ataque muestra a la mujer tratando de echarle la culpa a un niño inocente.
Brockhill, de 28 años, afirma que estaba en la cocina preparando café cuando escuchó un ruido proveniente de la sala de estar, donde Star estaba jugando con otros tres niños.
Ella avisa que vio a un chico pequeño parado junto a la niña, que estaba en el piso llorando y lastimada. Dijo además que no sabía si se había caído del sofá o mientras jugaba, refleja Metro.
“Entré y el pequeño estaba gritando ‘Star’ … Así que obviamente le grité a su mamá. La senté y comencé a frotarle la espalda porque le costaba respirar. Y como no podía la acosté en el suelo”, contó y afirma que le realizó RCP a Star antes de ponerla en posición de recuperación.
Sin embargo, las autoridades descubrieron sus mentiras y fue declarada culpable del asesinato de Star en el Tribunal de la Corona de Bradford. Cumplirá al menos 25 años en prisión.
La madre del niño, de 20 años, fue absuelta de asesinato en el Tribunal de la Corona de Bradford, pero declarada culpable del cargo menor de causar o permitir su muerte. Fue encarcelada durante ocho años, pero probablemente solo cumpla cuatro.
Agresiones y tormentos psicológicos
Antes del asesinato, Star soportó meses de agresiones y tormentos psicológicos antes de sufrir lesiones “completamente catastróficas” en su casa.
Brockhill se describió a sí misma durante los dos meses de juicio como la “psicópata número uno” y fue captada en CCTV “aterrorizando” a Star mientras la dejaban para cuidarla.
El Tribunal escuchó cómo ella había estado en una “relación tóxica” durante 11 meses en el momento del asesinato.
Para sumarle una arista aún más siniestra al caso, la pareja filmaba muchos actos de crueldad contra la niña y los enviaba a amigos para su propia diversión, revelaron en el jurado. A veces, incluso, editaban el video con música dramática y subtítulos a las imágenes del sufrimiento de Star.
Golpes y fracturas mortales
Star fue llevada al hospital el 22 de septiembre de 2020, pero no logró sobreponerse a tantas heridas.
Pero los fiscales notaron que se había aplicado tanta fuerza que era “bastante imposible que los médicos imaginen” que las lesiones las había causado un niño pequeño, tal como intentaron sugerir las culpables.
Star murió después de sufrir “golpes severos y contundentes, ya sea en forma de puñetazos o patadas en el abdomen”. También hubo dos fracturas en la pierna derecha “causadas por una fuerte torsión” que se fracturó mientras sanaban, especificó el fiscal Alistair MacDonald.
También describió una fractura en la parte posterior del cráneo y hematomas, “muchos de los cuales se consideran de origen no accidental”.
También es en juicio quedó claro que hubo un bache de 15 minutos entre el incidente y la llamada a emergencia. Y que en ese lapso fueron registradas búsquedas en Internet de “conmoción de bebés” y “cómo sacar a un bebé de una conmoción”.
Temores de familiares y amigos
La familia y los amigos de Smith comenzaron a sospechar y temer porque la bebé aparecía cada vez más seguido con hematomas.
El bisabuelo de Star, David Fawcett, de 61 años, dijo que su pareja Anita, de 70 años, había llamado a los trabajadores sociales en mayo de 2020. Tomaron la decisión de hacerlo al enterarse de episodios en que Brockhill había estado “levantado del cuello”, “forcejeando con la niña” y “arrojándola a la cama”.
Pero Brockhill y Smith lograron convencer a los trabajadores sociales de que las marcas en Star fueron accidentales o que las quejas fueron hechas maliciosamente por personas que estaban en contra de la relación. Y antes reiteradas denuncias, siempre hubo argumentos que terminaron por parecer convincentes.