En el marco de la ronda de invitados para debatir el proyecto que envió el gobierno provincial sobre la Ley de Plagicidas, se conformó en La Cámara de Diputados el plenario de comisiones de Legislación General, Asuntos Agrarios, Ecología y Legislación Social. En esta ocasión, expuso –vía Zoom- Medardo Ávila Vázquez, pediatra y médico de pueblos fumigados.
“Hace años venimos trabajando sobre la exposición de los agroquímicos en las personas. En Ituzaingó empezamos a ver cómo los vecinos se enfermaban, principalmente de cáncer y problemas respiratorios, malformaciones de niños y pérdida de embarazos”, comenzó la exposición el profesional de la salud.
“Cuando hicimos los estudios ambientales nos encontramos que la distribución mostraba que se acumulaba en las cuadras que estaban más cerca de los campos. Claramente los enfermos estaban más cerca del campo. Verificamos que había glifosato. Tuvimos 200 enfermos de cáncer”, reveló.
También, advirtió que “tenemos estudios que muestran la toxicidad del glifosato. La dinámica que tiene el sistema productivo lleva a que cada vez se tenga que utilizar más agroquímicos. Donde antes se aplicaba tres litros, ahora se precisan 15 para tener el mismo resultado. Por lo tanto, se ha aumentado mucho la exposición de las personas”.
A continuación, Ávila Vázquez contó que “los últimos datos dicen que se aplicaron 500 millones de litros de agroquímicos en un año, por lo tanto son 11 litros por persona en Argentina, pero para los que viven en la zona núcleo la cantidad es de 120 litros por persona”.
En este sentido, dijo que “nos parece importante que se tomen medidas para disminuir la carga. Los estudios demuestran que no sólo es la exposición de las fumigaciones lo que provocan las enfermedades, sino la presencia de estas sustancias, que transpiran veneno”.
Sobre la malformación en niños como consecuencia de la utilización de agroquímicos, expresó: “En general son factores que han afectado a la madre o al padre. O durante el desarrollo del embarazo. Hay una etapa de vulnerabilidad, que es la etapa embrionaria, los primeros tres meses”.
“La tasa natural de nacimiento con malformación –siguió el médico- es de 2 niños cada 100. En los pueblos fumigados son 6 niños cada 100, es decir, son tres veces más las malformaciones por la exposición a los agroquímicos”, informó.
Reveló también que “hay niños con trastorno intelectual. Hoy tenemos muchos niños con problemas de aprendizaje en la escuela. Los agroquímicos alteran el desarrollo intelectual”.
Además, explicó que no a todas las personas “les avanza las células dañadas y les agarra un cáncer. Naturalmente depende de cada organismo. Lo mismo con el cigarrillo, que provoca cáncer, pero no todo el mundo le agarra cáncer por fumar”.
Por otro lado, contó que “Bélgica y Holanda están muy avanzadas” y que “esos países son los mayores productores agrícolas de todo Europa. Entonces nosotros proponemos para Argentina un programa de reducción de agrotóxicos”. En este sentido, indicó que “el año pasado aumentó el uso de agrotóxicos por hectárea, y no aumentó la superficie. Esto es un gran negocio para las empresas que venden el producto”.
Ávila Vázquez aclaró que “no pedimos que se prohíban de un día para el otro, pero sí que el Estado empiece a implementar políticas públicas”.
Por último, en relación al debate que gira en torno a las distancias que se proponen para la fumigación, comentó que “no hay una certeza de cuál es la distancia mínima aconsejable”, aunque confesó que toman una distancia de “1.000 metros de diferencia para estudiar los efectos de estas sustancias”.
Comisión de Ecología
En otro orden de cosas, se reunió la comisión de Ecología y se emitió dictamen favorable por unanimidad al proyecto del Ejecutivo por el que se propicia la aprobación del Convenio Marco de Cooperación suscripto entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la Administración Nacional de Parques Nacionales y el Gobierno de la provincia de La Pampa, que tiene como objetivo fortalecer la preservación ambiental de una muestra representativa de caldén – Prosopis caldenia.