sociedad

La trama de los curas denunciados: radiografía del destape

Más allá de los autores materiales, ¿se investigarán también a quienes encubrieron los supuestos abusos sexuales?

By revistabife /

Cuando a mediados de octubre un joven entrerriano de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina, hizo pública la supuesta violación que habría sufrido en un convento de Intendente Alvear -en el norte pampeano- nadie pensaba que se iban a suceder una serie de hechos que sacudirían la Iglesia Católica pampeana.

El 23 de octubre este joven fue entrevistado por una radio de Entre Ríos, y una vez que esos testimonios se subieron a Internet, fue demasiado tarde para la tranquilidad del párroco de Alvear, José Miguel Padilla, acusado de violación.

Inmediatamente, organizaciones sociales de esa localidad se manifestaron frente a la Parroquia Inmaculada de Concepción para repudiar a Padilla y a quienes supuestamente lo encubrieron. Sin que nadie tome ese reclamo, 5 días después los colectivos Sororas Libertarias y Autoconvocadas Alvearenses presentaron una nota al obispo Raúl Martín pidiendo la separación de los dos cargos que ejercía Padilla (párroco y representante legal del Colegio Comercial Nuestra Señora de Luján).

Ante el impacto mediático, 3 días después (11 de noviembre) el joven entrerriano abusado decidió presentar la denuncia penal contra el cura Padilla en el Ministerio Público Fiscal de General Pico, por delito contra la integridad sexual.

Ahora sí la situación se tornaba delicada para el clero alvearense.

Tales hechos provocaron que al cabo de unos días (18 de noviembre) otro joven, en este caso un santarroseño, tome coraje para denunciar al sacerdote diocesano Hugo Pernini por abuso sexual. Mientras tanto, 2 días después, se concretó el allanamiento en la parroquia y convento de Alvear.

El 25 de noviembre se allanó las parroquiales Nuestra Señora de Luján (Lope de Vega 525) y Sagrado Corazón de Jesús (Churrinche 1441) de Santa Rosa, ambas iglesias donde Pernini trabajaba.

Recién entonces tomó transcendencia pública un comunicado del obispo Raúl Martín, donde afirmaba la “prohibición del ejercicio público del ministerio sacerdotal hasta tanto quede concluida la investigación y las medidas administrativas que indica el protocolo”.

Casi en simultáneo, se efectuó la detención del sacerdote salesiano Héctor Alfredo Coñuel en Chos Malal (Neuquén), que estaba libre pese a tener una condena de 5 años de prisión por haber violado a un individuo en Victorica. Ahora fue detenido nuevamente por abusar sexualmente de un chico con discapacidad en Trelew (Chubut), durante el 2012. Lo cual dejó entrever un aparente sistema de encubrimiento de hechos de abusos sexuales.

Con el correr de los días, el denunciante de Pernini hizo declaraciones públicas y provocó un temblor dentro de la institución clerical al sostener que los obispos Reinaldo Brédice, Mario Poli –actual jefe de la Iglesia argentina y mano derecha del papa Francisco- y Raúl Martín, estaban al tanto de los abusos sexuales y procedieron a encubrirlos.

Hasta el día de hoy, que Padilla se presentó en los Tribunales de General Pico donde desmintió tal abuso.