Pez regresa a Santa Rosa: “Nunca hicimos un disco para caerle bien a alguien”

Pez se mantiene en una esquina incómoda del rock nacional, parado siempre cerca, pero nunca adentro de ninguna etiqueta. Un activo que la banda supo administrar a lo largo de tres décadas, y parece que todavía no es tiempo de negociarlo. “¿Qué toca Pez?”, es una pregunta con la que te podés cruzar lanzada, supongamos, por un chico de 13 años con inquitudes rockeras. Si esto sucede, vos respondé: “Hacen rock”, y dejalo al pendejo tecleando y que por si solo se sumerja en la laberíntica discografía del grupo de Ariel Minimal. Una salida va a encontrar.

El próximo 29 de agosto, el grupo volverá a tocar en Santa Rosa, esta vez en La Maroma, después de varios años de ausencia, después del temblor promovido por escraches anónimos que no les pudieron mover los cimientos y que, incluso, los impulsó a seguir edificando sin ingenuidad. En esta ocasión llegan a la capital pampeana revisitando su disco “Los Orfebres” (2007), con el motivo de la reedción en vinilo. Pero el show no se limitará a esa obra. “Es sólo un tercio del recital. También vamos a tocar temas de todos nuestros discos”, advierte Minimal en diálogo con BIFE.

“Cuando reeditamos un disco en vinilo nos gusta tocarlo entero en vivo. Lo hicimos con varios, y con Los Orfebres pasó que llenamos un boliche en Buenos Aires. La gente se copa con esa nostalgia, y a nosotros nos divierte volver a esas canciones”, agrega el lider de Pez.

A lo largo de más de veinte discos de estudio, Pez se caracterizó por moverse con libertad absoluta sin darle importancia a la respuesta del público, y paradójicamente, esa decisión colocó a la banda dentro de un espectro amplísimo. De hecho, hay fans de los primeros discos del grupo que no los acompañaron a partir de “Hoy” (2006) -cuando el grupo fue en busca de la canción-, mientras otros se sumaron, y los fans noventeros volvieron a ser interpelados por la evocación stoner de albumes como “Volviendo a la cavernas” (2011) y “Nueva era, viejas mañas (2013). Minimal reconoce que, en sus inicios, había cierta reacción deliberada a lo hecho en el álbum anterior (“si fuimos a la izquierda, vayamos a la derecha”), pero con el tiempo esa lógica se disolvió.

“Nunca tuvimos un plan estético, nunca hicimos un disco para caerle bien a alguien. Siempre tocamos lo que queríamos. Eso nos dejó afuera de ciertos nichos y festivales, pero también nos mantuvo independientes. Para nosotros funciona lo que hacemos desde el momento que lo hacemos. Desde el momento que lo compongo, lo tocamos, lo grabamos, es porque nos gusta. Y si nos gusta, funciona para nosotros”, reflexiona.

Esa desfachatez propia de la independencia, también opera en las letras. Sin fórmulas, sin manuales, Minimal dice que su búsqueda actual es la de la sencillez: “Ser lo más simple y directo posible. No sé si lo logro, pero es lo que busco”.

Pelea al Horror

“Y por más que quieras no es fácil escapar / fagocitan a la gente como vos y como yo / es su especialidad / es que esa gente de mierda… / no podemos entregarnos sin bancar la posición / es difícil, se hace duro / pero ni en pena darle pelea al horror”, lanzaba Minimal en 2017, letra que, con el diario del lunes, y por más que el sentido al momento de escribirla haya sido otro, oficia como refugio a lo acontecido un año después.

En 2018, Pez se vio envuelto en denuncias anónimas a través de un blog donde testimonios acusaban a integrantes del grupo de cometer delitos sexuales. Nunca hubo denuncia en la justicia. En ese convulsionado clima de época, Pez arremetió contra la corriente y, con su verdad, hizo base en una vereda incómoda, dentro de un contexto donde los señaladores seriales jugaron al verdugo y desplegaron en redes su dotes performáticos más que convicciones genuinas.

“Perdí cierta ingenuidad. Las redes son una mierda, los medios fueron una mierda. Mucha gente hizo un kiosco de lo que pasó. Pero entendimos que el que se enoja pierde. Seguimos tocando, seguimos haciendo música, y eso es lo que nos sostuvo”, dice Minimal. “Con el tiempo, viejos seguidores volvieron a aparecer. Incluso, algunos que nos dijeron barbaridades y tomaron distancia por las acusaciones, ahora los vemos nuevamente moviendo las patitas en nuestros shows”, resume.

El regreso de Pez a suelo pampeano promete por más de un motivo. Días después de la presentación en La Maroma, la banda sacará su nuevo disco, y la noche del 29, quizás, haya un adelanto. “El nuevo álbum es un resumen de los más de treinta años de Pez. El lado A es una única pieza de veinte minutos, para darte un ejemplo. Un pequeño viaje que funciona como un recorrido por todo lo que hemos hecho. No lo buscamos de manera consciente, pero terminó siendo eso. Estamos muy entusiasmados con este momento de la banda”, concluye Minimal.

Viernes 29 de agosto a las 21 h en La Maroma (Alvear 42). Entradas disponibles en: tuentrada.com

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