Un juicio oral insólito —y no por eso menos serio— comenzó este miércoles en el Centro Judicial de Santa Rosa. Un oficial de la Policía de La Pampa enfrenta cargos por haber hecho trabajar a personas detenidas bajo su custodia en su propia fiesta de casamiento. Sí, así como suena: según la acusación, seis internos limpiaron, sirvieron la comida y luego volvieron a limpiar… todo bajo el mando del jefe policial.
El caso tiene como protagonista a un oficial que, en ese entonces, estaba a cargo de la comisaría de Lonquimay. Según el fiscal general, los detenidos —algunos con prisión preventiva— fueron llevados a pie hasta el salón de eventos, que estaba “a la vuelta de la subcomisaría”. Un detalle que le agrega tintes de comedia absurda.
En la primera audiencia declararon testigos propuestos por la Fiscalía, que habrían confirmado el relato. El juicio es presidido por el juez Aníbal Olié. El oficial imputado cuenta con defensa particular y enfrenta una acusación por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, delito que prevé de un mes a dos años de prisión, más inhabilitación especial.
El fiscal detalló que de los ocho detenidos que había en ese momento, seis participaron del operativo casamiento. “Afortunadamente ninguno se escapó, pero eso no quita la gravedad del hecho: no había ninguna autorización para liberarlos”, advirtió.
La investigación se activó tras un informe elevado por el coordinador regional al jefe de la Unidad Regional I, y además de la causa penal, hay un sumario administrativo en curso.
Este jueves está prevista la declaración de los propios detenidos, quienes, sin estar imputados, serán convocados para contar su versión.