Matt Buzz, de Katarro Vandáliko: “Nos van encontrar en nuestro mejor momento”

“Estábamos despelotados artísticamente, pero ahora que nos reunimos, se acomodó la nave”, agita Matt Buzz en conversación BIFE, y es que uno de los últimos tanques del punk rock vuelve a Santa Rosa –con su formación original- para patear el tablero luego de su última visita en 2016. “Le estamos metiendo mucha garra a esta gira. Nos van a encontrar en nuestro mejor momento”, adivierte el frontman.

Tras una temporada de tormentas, Katarro Vandáliko vuelve a la siempre difícil capital pampeana para escupirte en la cara que son dueños de clásicos inoxidables en la celebración de sus 30 años. La banda gestada en Tandil a principios de los noventa viene de agotar entradas en varias localidades y Santa Rosa no debiera ser la excepción.

Es la oportunidad para ver a Katarro, que a raíz de la pandemia, limaron asperezas y volvieron a los escenarios como consecuencia de la edición en vinilo de “Buenos Muchachos”, disco clave de la escena punk parido en el no future de 2001. “Estamos impulsados por el empuje del público. Este es un laburo, y lo tratamos con mucha seriedad”, resuelve Matt.

El vinilo ya vendió más de 1000 copias -cifra más que auspiciosa- y sirvió como disparador para reunir al grupo luego de su disolución meses antes de que se paralizara el mundo. “Tener una banda es lo más similar a tener una pareja”, dice Matt, quien admite que se habló todo lo que debía hablarse para concretar esta vuelta. “Nos pusimos de acuerdo y ahora para adelante. Todo con el tiempo se arregla. La única forma de hacer las cosas bien es organizándonos y hacerlo con transparencia. Ya estamos más medidos con el agite, vino y destrucción”, sostiene.

–Hace poco publicaron en sus redes una foto de  la banda con la leyenda “¿Sacamos unas canciones nuevas?” ¿Qué onda con eso?

Ja! Explotó todo con esa publicación. Sí, volvemos a grabar. Vamos a sacar en Spotify entre cuatro y cinco temas nuevos como singles.

-Adaptándose a la época…

Totalmente. Así se lanza música en el 2022. Ya no se publican más cd’s. La manera es a través de las nuevas plataformas o editando vinilos.

-¿Y de qué manera te pega la época, donde las nuevas generaciones ya no curten como antes el rock?

Yo sostengo que hay que apoyar los consumos culturales de las nuevas generaciones. Tampoco quiero cometer el error de criticar a los pibes porque me convierto en el viejo pelotudo que criticaba yo cuando arranqué con Katarro. Ahora por ejemplo voy a ver a Dillom, que me encanta. No me puedo quedar con Los Ramones, que es con lo que arranqué. Lo que me fascina es el punk rock, pero hay que buscar más horizontes. Amo el punk rock pero el mundo de hoy también tiene que ver con más cosas.

Tampoco quiero cometer el error de criticar a los pibes porque me convierto en el viejo pelotudo que criticaba yo cuando arranqué con Katarro. Ahora por ejemplo voy a ver a Dillom, que me encanta

-¿Te afecta de algún modo no ver público joven en los shows?

Vienen pibitos, pero vienen más los padres con sus hijos, porque somos una banda de 30 años.  La verdad es que me adapto a la realidad, y trato de disfrutar de la actualidad. Obviamente los pibes de 16 van a ver a Duki, Dillom o a Elegante. Hay que saber aceptar. Yo soy feliz con la gente que llevo y que les gusta lo que hacemos.

–Hablabas que tener una banda es lo más a parecido a una relación de pareja ¿Cuáles fueron los motivos de la separación de Katarro?

Estábamos mal y había mucho quilombo de organización. Pero ahora las cosas cambiaron. Hoy desde un teléfono puedo organizar toda una movida, desde el alojamiento hasta el viaje. Esto te permite poder autogestionarte sin tener un productor o un manager. Antes dependíamos del tipo que tenía los contactos, y había que rezar 20 padres nuestros para que todo salga bien. Ahora hasta podés gestionar una gira mundial desde tu casa.

-¿La disolución también tuvo que ver con el agite, vino y destrucción?

Sí, tuvimos nuestra etapa trash que opacaba la cuestión artística, pero estábamos despelotados artísticamente. Una vez que volvimos, se acomodó la nave.

–En 2017 tomaron la decisión de separar al baterista de ese momento de Katarro por una grave denuncia de violencia de género, ¿cómo repercutió eso en la banda?

Nos enteramos e inmediatamente resolvimos que no podíamos tener un integrante que haya cometido un acto así. No puedo compartir escenario con un tipo que faje a una mina. Yo tengo dos hijas. En su momento decidimos que lo mejor fue dejarlo de lado y seguir con otros artistas. Si no damos el ejemplo nosotros, esto sigue. Creo que nos tenemos que unir todo en esta, para poder estar mejor con nosotros mismo inclusive.

-¿Y en qué momento se encuentra hoy Katarro Vandáliko?

Te aseguro que en el mejor momento como banda. Resistimos a comienzos de los 2000 cuando nos instalamos en Capiltal luego de venir de un pueblo como Tandil. Siempre hicimos lo que nos gusta. Nosotros cumplimos un sueño con esto. No nos podemos quejar.

Katarro Vandáliko en Santa Rosa, este viernes 19 de agosto en “Pateando el Tablero” (Santiago Marzo Este 192)