Juan de Madrugada, de Los Mentirosos: “Estamos bardeando menos, pero no prometemos que no vuelva a pasar”

“Estuvimos 12 años sin parar. Ahora vamos a tratar de trabajar de otra manera”, dice Juan de Madrugada del otro lado del teléfono, voz de Los Mentirosos, la banda de “punk y afines” que tocó nuevamente en Santa Rosa este sábado, y una vez más lo hizo en Jake Al Rey. “Los Menti” -como los llaman el grueso de sus seguidores- resolvieron que, después de años de agite frenético recorriendo de punta a punta el país, es tiempo de parar un poco la mano antes de que sea demasiado tarde.

“Nosotros nos queremos cuidar el hígado, el corazón y la cabeza”, argumenta Juan, con un toque de ironía y otro de sinceridad, quien por otro lado admite que en una época de vacas raquíticas ya no da tocar todos los fines de semana. “El mango cuesta el triple, entonces no podés salir a ver una banda siempre. Antes se salía cada viernes y sábado, y ahora ya no se puede”. 

El fenómeno del que gozan Los Mentirosos se originó del boca en boca o del “link a link”, gracias a los enlaces de youtube pegados en los muros de facebook; esos hits de alcance limitado pero con el potencial suficiente para convertir a los oriundos de Boulogne en una banda de culto: desde pibes y pibas con tatuajes del logo de la banda y banderas pintadas, hasta combis alquiladas para hacerles el aguante en algún boliche del conurbano o el interior. ”Somos muy afortunados”, resuelve Juan.

Salíamos con la guitarra para pocas personas y no las podíamos contener

El encanto de las letras escritas y cantadas por el ex Mal Momento giran en torno a amores y desamores pasadas por el filtro del humor y sin encorsetarse en el sonido del punk rock. “Hacemos la música que se nos antoja y tenemos la suerte de ser bien recibidos”.

-Algo que los diferencia con otras bandas es el hablar de desamores pero con una vertiente festiva…

El humor te salva el día. Los momentos amargos… si tenes un poco de humor, te salva… 

-¿Es una necesidad tuya, eso de que todo esté atravesado por el humor? 

Si, puede ser, nunca me lo había planteado de esa manera. De algo triste sacar una frase que te haga reír. Melancolía… puede ser eso.  

Nuestro publico siempre es igual. Siempre está con ganas, siempre eufórico

-¿De dónde surgió esa iniciativa que, viniendo del punk, incorporaron géneros como la ranchera, el bolero…? 

Se fue dando de manera natural, haciendo música, sin reprimirnos. Ahora hicimos un blues, por ejemplo, en nuestro sexto disco nuevo. Hay rocanrol medio rolinga, hay tango, blues… nos sentimos bien haciendo todo esto.

-Ustedes nunca tuvieron mucha difusión en medios masivos. Sin embargo han crecido con el boca en boca… ¿Cómo fue ese proceso?

Sí, es como vos decís. Nuestro público no es un público punk en su totalidad. Hay un público que les gusta Los Mentirosos y no te escuchan Los Ramones. Entonces somos muy particulares. Es verdad que no somos una banda de mucha difusión, pero creamos nuestro público y crecimos de una forma muy agradable. 

-¿Se puede decir que son una banda de culto? O sea, hay pibes con tatuajes de ustedes…

Sí. La verdad nos sorprende. La tapa del tercer disco es la tapa con todos los tatuajes. En esa época, en el 2014 ya había pibes y pibas que se tatuaban nuestra banda. Se les agradece de corazón, y les decimos que no lo hagan más (risas)  

-¿Se sienten cómodos con eso de ser una banda de culto? 

La verdad me chupa un huevo (risas). La verdad no sé, no sé qué decirte. Eso sí, les agradecemos. 

Hay algunas canciones que salen por un caño, como que viene desde arriba y se vuelcan

-Me decías que no es un público punk… 

No todos. Hay muchos que sí, pero hay un grueso de gente que no escucha ese género y sí nos escucha a nosotros. 

–En estos últimos años, donde rige la cultura de la cancelación y lo políticamente correcto, muchos músicos han “revisionado su obra”, Café Tacvba, por ejemplo, anunció que no van a tocar más Ingrata, porque dicen estar arrepentidos de haberla escrito ¿Qué mirada tenés sobre eso? 

Me sorprende.  No sabía que hacían eso. Se me hace que también es el publico el que decide. Nosotros tenemos una versión que se llama “La sometida” y nadie habla de esas cosas… y por qué no hablarlo, de decirlo, porque son cuestiones que suceden. Nosotros aclaramos no maten al mensajero, y nos cayeron igual. Así y todo son mas pibas que quieren que toquen ese tema que pibes, pero después nos cayeron en las redes 

–Decías que te trajo problemas la sometida, ¿qué tipo de problemas? 

Todo por redes sociales. Eso. 

–Muchos dicen que ir a ver en vivo a Los Mentirosos es una experiencia, por la performance, porque el show puede durar 2 horas o 20 minutos… ¿Cómo te pega que digan eso? 

Eso puede haber pasado hace un tiempo atrás. Pero ya no pasa eso de tocar 20 minutos. Eso ya no lo hacemos. Caemos bañaditos y perfumados a cada show, para dar lo mejor. Estamos más grandes, más concentrados en hacer un buen show. Estamos bardeando menos, pero no prometemos que no vuelva a pasar… 

–¿Lo que pasó en 2020 con la pandemia fue un quiebre? 

Cambió un poco todo… está en nosotros, en querer ser mejor banda, en dejar de ser tan jedes… en nuestra cabeza está en ser una mejor banda. Lo que pasó fue muy loco, para todos. 

A mi me encantaría tocar en Londres, Berlín… 

–¿Como encontraste al publico en la vuelta de los show?  

Nuestro público siempre es igual. Siempre está con ganas, siempre eufórico. Imagínate que con Matías, el guitarrista, cuando se empezó a abrir todo, hicimos algo así como un duo… salíamos con la guitarra para poca gente y no los podíamos contener. Se descontrolaba. Nuestro público siempre tuvo ganas de pasarla bien. eso es lo que tienen Los Mentirosos. 

–¿Tenés alguna fuente de inspiración? ¿O todo lo que volcás en las letras es con vivencias personales? 

Escucho mucha radio. Ahora estoy con La Red, con deporte, información. Capaz que estoy componiendo una canción y capaz que escuché una palabra. Y me lleva a otro lugar. Y así voy dándoles vueltas a las canciones. Hay algunas canciones que salen por un caño, como que viene desde arriba y se vuelcan. 

–Esto que me decís de la radio… por ejemplo escuchas sobre el episodio del Toto Salvio ¿y ahí te dispara una canción?

(Risas) Historias tan concisas no… pero algún disparador puede ser. Las historias concisas ocurren con mis amigos, y ahí lo hago mío y a veces lloro, se me ponen los ojos rojos. En ese momento yo percibo que está bien hecho. Lo mismo que me pasó a mí, le puede pasar a otra persona y se arma una comunión y en vivo eso se ve. Realmente se ve.  

–¿Qué ambiciones tienen Los Mentirosos?  

A mí me encantaría tocar en Londres, Berlín… 

–¿Lo ves posible? 

Por supuesto. Todo es posible. Ahora con la difusión que hay no hace falta que te conozcan. Por ejemplo España tenemos el mismo idioma, entonces no veo por qué no.

Hay que tener bien el hígado para que el corazón siga haciendo pelotudeces.  

–¿Siguen tocando todos los fines de semana?

Estamos tratando que no. Pero bueno, en abril sí, porque los chicos tenían vacaciones. Estamos muy contentos porque tenemos todo diagramado hasta el 6 de agosto. Y va a ser la última vez que vamos a tocar en Buenos Aires, que será en el Teatro de Flores. Invitamos a toda la gente el 21 de octubre. 

–¿Cómo se dio el tema de dejar de fisurar y ese vértigo de tocar en muchas localidades todo el tiempo?

Es que ya lo hicimos. O sea si tocas todos los fines vas a llevar menos gente que si tocas una vez por mes.ñ. Y nosotros nos queremos cuidar el hígado, el corazón y la cabeza. Hay que tener bien el hígado para que el corazón siga haciendo pelotudeces.  

–¿Si seguían a ese ritmo se la iban a dar mal? 

Y pasa… pero bueno es necesario hacerlo. Una banda cuando arranca quiere tocar. Nosotros recorrimos el país un montón de veces. Estuvimos 12 años sin parar. Muy contentos por eso. Ahora tratar de trabajar de otra manera, intentando ser más prolijos 

–¿Se viene una nueva etapa de los mentirosos? 

Se puede decir. Una nueva y vieja etapa.