Agustiinalva: “Mi trabajo es hipnotizar a la gente”

Hablamos con el realizador audiovisual más relevante de La Pampa. Con tan sólo 21 años, Agustin Alvarado ya ha realizado decenas de videos para músicos destacados de la escena local, nacional e incluso internacional. “Desde que tengo 5 años que flasho con hacer cosas grandes”, le confiesa a Bife. De editar videos de competencias en plazas a hacerlo para L’Gante, Nota Lokos y artistas estadounidenses.

Para trascender en la movida urbana no alcanza con un sólido beat y algo de carisma frente a un mic. No. Se necesita, además, de una pieza audiovisual que envuelva ese potencial hit. Es por eso que  el despliegue creativo de Agustin Alvarado (21) -a.k.a. Agustiinalva-, ya sea detrás de una cámara dirigiendo o frente a una computadora editando, se torna vital en cada artista con ambiciones de pegarse. El videorealizador pampeano ya cuenta con decenas de producciones en el ámbito local, nacional e incluso internacional. Entre sus últimos trabajos se encuentran realizaciones para feats con L’Gante y músicos estadounidenses. Y sólo estamos hablando de sus primeros pasos en las ligas mayores.

“Desde que tengo 5 años que flasho con hacer cosas grandes”, confiesa en comunicación con BIFE el filmaker más destacado de la provincia que, por el momento, viene cumpliendo con lo que visualizó de niño en la localidad de General Pico. Agustin, oriundo de la ciudad del norte de la provincia, sostiene que esa condición le facilitó poder destacarse en su ámbito. “En Santa Rosa me hubiese costado más, o me hubiera llevado más tiempo a que me reconozcan. En Pico era el único que editaba a este nivel, con efectos…”.

El primer acercamiento de Agustin con el mundo audiovisual se dio a los 17 años cuando cursaba con frustración el colegio secundario al carecer, según sus propias palabras, de “chispa” para el estudio. Fue en esos días cuando le dijo osadamente a sus padres que si le compraban una cámara se iba a “meter de lleno” con la fotografía y así poder pagarles mensualmente ese gasto. Sus progenitores le dieron el okey y se la tarjetearon en cuotas. “Estaba re manija, enseguida me anote en un curso y fui aprendiendo, también editaba videos de Call Of Duty y los subía a un canal. Empecé a cumplir con mi palabra y a hacer fotos a niños, cumpleaños, bodas de plata y todo eso. Era embolante pero tenía que pagar la Nikon D3300”, recuerda.

En 2018 las competencias de freestyle tenían una creciente concurrencia gracias a ese fenómeno sin precedentes que fue “El Quinto Escalón”, una competencia de “gallos” que nació en Ciudad de Buenos Aires y tuvo sus réplicas en todo el país. General Pico no fue la excepción y pronto los espacios abiertos y públicos comenzaban a aglutinar pibes que se medían entre sí cada fin de semana. Eran varios los freestylers que acudían a esas batallas pero no había nadie que hiciera un registro de lo que estaba sucediendo. Ahí Agustin vislumbró una oportunidad. “Toda la movida crecía y me tenía que meter”, suelta. Comenzó a filmar con su cámara las compe y subirlas a sus redes mientras cosechaba seguidores.

Hasta ese momento filmabas las batallas pero aún no habías grabado ningún videoclip…

No. Pero ahí surgió todo. Uno de los pibes de la competencia me pidió que le haga un video para un tema que estaba por sacar y le dije que no, que se yo, pensaba que me tenía que preparar en la facultad para poder grabar y publicar, no sé. Lo que si quería era destacarme, y sabía que en la fotografía no iba a ser porque son muchos los fotógrafos que hay en Pico. Estaba difícil, y la fotografía ya me estaba aburriendo. Entonces me animé, grabé mi primer video para Mliton. No estuve conforme como había quedado, parecía grabado con un celu, muy poco iluminado.

Curtido tras esa primera experiencia, para el segundo video, también para Milton, Agustin puso el foco en la edición. Los resultados fueron drásticamente distintos. El video fue para el tema “Rilo”, el cual se convirtió en un mini hit con más de 10k de reproducciones en muy poco tiempo. “Me di cuenta que con efectos podía hacer veinticinco mil cosas distintas”. Era por ahí.

Más allá de los laburos que me pedían, también empecé a regalarlos para temas que yo creía que estaban buenos. Quería crecer rápido y esa era una forma de hacerlo

Tras el bombazo de “Rilo”, el joven piquense redireccionó gran parte de su tiempo y ganas a la realización de videos para la movida urbana. “Más allá de los laburos que me pedían, también empecé a regalarlos para temas que yo creía que estaban buenos. Quería crecer rápido y esa era una forma de hacerlo”, relata. La demanda crecía y la pc que utilizaba en ese momento para editar ya había quedado obsoleta, pero afortunadamente se acercaba el cumpleaños de 15 de su hermana y ahí vio la ocasión perfecta para adquirir un upgrade de sus herramientas de laburo. “Le dije a mis viejos si comprábamos una PC nueva le iba a hacer el video a mi hermana, por suerte aceptaron. El video quedó súper épico. Fue ahí que se dieron cuenta que podía dedicarme a esto”.

¿A partir de ese momento te dedicaste plenamente a la realización de videoclips o a la par seguías haciendo eventos?

Seguí un tiempo con los eventos, pasaba que había muchos pibes que me consultaban para hacer un video pero no querían o no podían pagarlo. De nada me servía hacer solamente clips por 2 lucas cuando por un cumpleaños levantaba 15…

¿Te resultaba frustrante esa situación?

No, porque yo no iba a laburar toda la vida gratis. Tomaba laburos que creían que tenían potencial, que me podían servir. Sabía que si enfocaba de esa manera iba a llegar a donde estoy ahora. Hoy todo artista sabe que no es suficiente con un buen tema, a la gente le tenés que entrar por el ojo.

¿Cuándo te llega un tema que vos sabés que no tiene lo “necesario”, de qué manera encarás ese proyecto?

Es mi laburo y lo hago igual, pero soy sincero con los artistas y le doy mi opinión. Yo he producido beats para mi, entonces les pudo sugerir cosas, que hagan ciertos cambios. Pero siempre laburo de la misma manera, tengo en claro que mi trabajo es hipnotizar a la gente desde lo visual.

“Shot by”

Desde la irrupción del filmaker Facundo Ballve en la escena urbana nacional, los videorealizadores se convirtieron en una suerte de “videostar”. Sus firmas aparecen en sus realizaciones junto al nombre del artista. Algo muy poco usual en otro géneros, por lo cual no quedan exentos de las críticas y el hateo. “En la escena local no hay tanto hate, pero si hace un tiempo cuando empezaban a publicarse mis videoclips algunos me escribían bardeandome, eso pasaba porque yo me la creía y me la tenía que creer porque tenía que ser alguien. No uno más”, admite Agustin.

Hoy todo artista sabe que no es suficiente con un buen tema, a la gente le tenés que entrar por el ojo

Hoy estás colaborando en videos para artistas como L’Gante, Nota Lokos y también para músicos de Estados Unidos, ¿Crees que “llegaste”?

Estoy logrando cosas pero voy por más. En un momento llevaba una mochila muy grande por  haber dejado la secundaria y preguntarme “¿qué voy a hacer?”, pero sé que tengo potencial para esto y es por acá. No quiero llegar a viejo y haber laburado de algo que no me gusta. Hace meses que vengo editando todos los días, no paro. Hacer vfx para artistas emergentes de una industria como la yanqui requiere de mucho esfuerzo.

También estás a apostando la escena local, con un proyecto nuevo…

Sí, hace unos meses se me ocurrió seleccionar artistas locales y hacer sus videos, algo similar a lo que hice cuando comencé pero esta vez hacerlo de una manera más integral, quizás armar una productora. Ya hay 4 pibes con los que estoy laburando y eso me ceba, porque hay pibes de acá que creen que por la zona geográfica en la que se encuentran nunca van a pegarse. Y no, no es así, hay que tener otra mentalidad. Acá hay talento, guacho.

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