Después del banderazo del sábado pasado en buena parte del interior del país, el presidente Alberto Fernández recibió este domingo por la tarde en la Quinta de Olivos al interventor del Gobierno nacional en Vicentin, Gabriel Delgado.
La reunión tuvo como objetivo el análisis de las distintas alternativas que existen para evitar la expropiación de la empresa santafesina tras la decisión de frenar la intervención oficial por parte del juez de Reconquista, Fabián Lorenzini.
Pero, además, la reunión entre Alberto y Delgado fue un mensaje “conciliador” para bajarle el tono a la disputa. Al menos así se interpretó en el sector agropecuario donde vieron la foto como una señal positiva para destrabar el conflicto por Vicentin.
De hecho, el propio Delgado tuiteó después del encuentro en Olivos. “Repasamos todas las alternativas y no nos aferramos a los instrumentos. El propósito del Gobierno es preservar las fuentes de trabajo y que los productores puedan cobrar”, señaló.
El mensaje de Delgado no es menor. El interventor -que habló de “no aferrarse a los instrumentos”- desde que se conoció el proyecto, mantuvo perfil bajo y su participación en el conflicto por Vicentin funciona como una especie de “garantía” para el sector.
El comentario también fue retuiteado por Alberto en una señal al campo para calmar las expectativas y la escalada que viene sufriendo el conflicto. “La vía de la moderación tiene todo nuestro apoyo”, dijo a este medio un importante referente de la agroindustria.
Uno de los planes que más chances tiene de avanzar es que el que propuso Omar Perotti de virar hacia una intervención judicial con representación de Santa Fe y con el concurso de acreedores activo para evitar la expropiación.