La Policía no reveló el audio en el que el denunciante advierte sobre la violencia infantil en el domicilio de Magdalena y Abigail

Pablo González, el hermano de Daiana González, la vecina que mostró las capturas de pantalla que demostraban la denuncia hecha a la policía por los maltratos que recibía Lucio, el niño asesinado, cargó contra los efectivos y el jefe de la Policía. “No están capacitados; y en vez de salir inteligentemente, salen a ensuciar al denunciante”, dijo en comunicación con Revista BIFE.

En medio de la conmoción por el crimen de Lucio, y del repudio de la sociedad a los efectivos que no rescataron a la criatura cuando se avisó una situación de maltrato infantil en la calle Allan Kardec, el jefe de la policía, Daniel Guinchinao, reveló el audio del denunciante en el que se confunde de dirección (le pasa el domicilio de enfrente) y, cuando una oficial consulta de qué se trataba el caso, se puede escuchar en el audio que González dice que no tiene la menor idea.

Sin embargo, se descubrió la existencia de una segunda grabación. Ocurre que González es contactado por su hermana (Daniela, vecina de las detenidas) para que denuncie la situación. González llama, hace la denuncia, corta la comunicación, y vuelve a contactarse con los efectivos para trasmitirles que se trababa de un caso de violencia infantil, y para narrarles la fachada de la casa de Abigail y Magdalena.

“Mi hermana me pide que llame. Yo llamo inmediatamente, hago la denuncia y corto. Luego miro el celular y leo que mi hermana me explica que están pegándole a Lucio. Entonces llamo una vez más a la policía y les comento la situación”, revela Pablo González.

“Son tan inútiles que cuando salen a escracharme por el audio, muestran un documento que consta que fueron a buscar a un menor golpeado, ¿pero cómo sabían que había un menor si en el primer audio que ellos difunden yo no les hablo de ningún menor?”, se pregunta con bronca González y dice: “Se pisan solos”.

Esta situación se suma a otras impericias que se cometieron tanto en el ámbito de la seguridad como en el de la salud, por medio de las cuales no se pudo detectar la violencia que sufría Lucio, que derivó en su muerte el pasado 26 de noviembre, alrededor de las 22 horas.