La CPE cumple 91 años de su fundación

Este martes 6 de julio la CPE cumple 91 años de su fundación. En los actuales tiempos complejos, donde la pandemia del Covid y la situación general de la economía y la sociedad, parecen acorralar los proyectos y sueños de miles de asociadas y asociados, resulta válido volver a algunas fuentes de la propia historia de la Cooperativa. Hombres y mujeres que hace más de nueve décadas forjaron esta entidad solidaria, mostraron un camino posible y distinto al sálvese quien pueda.

La constitución primera de la Cooperativa Popular de Electricidad, en aquel inmenso territorio escasamente poblado, en una Santa Rosa que rondaba apenas los 10 mil habitantes, refleja un momento histórico de singular trascendencia. Eran tiempos en que la energía eléctrica era generada y manejada, con sus abusivas tarifas, por la SUDAM, una empresa estadounidense con un directorio en Buenos Aires y un gerente local, Alan Campbell Towers.

La década del ’20 enumera varios reclamos del poblado que fueron creciendo hasta que en 1929 un grupo de vecinos dio empuje a una alternativa de organización económica y social muy distinta, y con poquísimos ejemplos en nuestra región: ¿por qué no pensar en una asociación cooperativa? El 6 de julio de 1930 decantó en la firma del acta fundacional, de la cual nos quedan para la historia los nombres de los pioneros Marcos Molas, José Fiscella, Octavio Gazia y Juan Palasciano, pero que eran en realidad representantes de un número mucho más extendido.

Cooperativismo era la síntesis de la solidaridad para hacer frente a las circunstancias que se padecían pero también para pensar en el futuro. En marzo de 1931, una gran asamblea establece el estatuto fundacional que alienta acciones para el bien común. Desde entonces hasta el 1º de octubre de 1935 (fecha en que vencía el contrato de concesión con la SUDAM) fueron innumerables las gestiones, estudios y discusiones para organizar la cooperativa de electricidad.

Un detalle que pinta el cuadro de la puja y el conflicto con la poderosa empresa está dado por el aval explícito de partidos políticos y dirigentes, en particular la Municipalidad de Santa Rosa, que aprueba la concesión para que la CPE reemplace a la SUDAM, que boicoteó hasta el último momento, con el apoyo de los delegados provinciales del gobierno nacional, la posibilidad del reemplazo.

Lo que sigue ya se sabe, aunque sería conveniente no dejar caer en el olvido: desde octubre de 1935, las y los vecinos lograron finalmente, a fuerza de ingenio, motores de viejas trilladoras y un par de tractores, de coraje y convicciones profundas, sentar las bases reales de un modelo que hoy alcanza sus primeros 91 años.