Además, reveló que pueblos originarios, menonitas y comunidades del ámbito rural suelen incurren en delitos de abuso sexual atravesados por la tradición de casar a menores con hombres mayores de edad.
La adolescente de 15 años mantenía un vínculo con un “criollo” hasta que su familia la descubrió y decidió casarla con un gitano de 19 años. Una trabajadora social de la Posta del barrio Atuel se enteró y presentó una denuncia por “trata de personas”. Entre cultura y vulneración de derechos, la historia de la joven que puede fijar un precedente en la justicia por “matrimonio forzado”.
El ex diputado del PRO, Maximiliano Aliaga, renegó que unos adinerados gitanos de Santa Rosa se hayan presentado para recibir la tarjeta Alimentar. Pecó de simplista. Lo que no sabe el dirigente cambiemita es que la respuesta se remite a miles de años. ¿Por qué mangan los gitanos?
