La venta ambulante de medias en Santa Rosa se multiplica por la falta de empleo formal

Las calles de Santa Rosa muestran un fenómeno creciente: cada vez son más los vendedores ambulantes de medias. La crisis económica y la falta de empleo formal empujan a vecinos, en su mayoría jóvenes de entre 20 y 40 años, a ocupar el espacio público con productos de bajo costo.

“Trabajo en una oficina pública, pero el sueldo no alcanza. Salgo a vender medias unas horas por día”, dice Marcos, 35 años, mientras acomoda los pares en una bolsa de plástico. “Salgo tanto que hasta se me rompen las medias que uso yo”, agrega, mostrando sus calcetines gastados.

Peatones coinciden en que el cambio es notorio. “Antes casi no veía vendedores de este tipo. Ahora hay varios en cada esquina, en el centro y en la zona de la terminal está repleto”, comenta Juan Manuel, desempleado y quizá futuro vendedor de medias.

El fenómeno refleja también un corrimiento de otros rubros informales. Uber, que era una salida para desempleados y trabajadores de bajos ingresos, dejó de ser rentable debido al aumento de la oferta. Además, en Santa Rosa, los conductores enfrentan limitaciones por la vigilancia policial y la presión de los taxistas, lo que reduce las oportunidades.

En consecuencia, muchos optan por la venta de medias: inversión baja y rápida rotación. Sin embargo, no todos ven el negocio como rentable. “He vendido algunos pares hoy, pero ¿cuánto más puedo recaudar? El santarroseño es sedentario; las medias le duran mucho, más de lo que necesitamos los que vendemos”, reflexiona Gabriel, 25 años.

Santa Rosa evidencia así una doble consecuencia de la crisis: la informalidad laboral crece y las calles se convierten en espacios de supervivencia económica para quienes antes confiaban en trabajos formales.