Descontrol en Santa Rosa.
La madrugada de este viernes santo estuvo marcada por un violento episodio que por poco no termina en tragedia.
Cerca de las 6:30, un llamado al CECOM alertó sobre una supuesta agresión a un taxista en la intersección de Pico y 9 de Julio. Al llegar al lugar, los efectivos de la Seccional Tercera se toparon con un escenario totalmente distinto: una verdadera batalla campal protagonizada por unas 30 personas, en su mayoría jóvenes.
BIFE pudo saber que no había taxis, pero sí gritos, empujones y descontrol.
Ante la negativa de dispersarse, la Policía debió realizar un disparo al aire con un arma larga y munición de estruendo para contener la situación. La maniobra logró su cometido, aunque no sin consecuencias.
Cuando los ánimos parecían calmarse, un hombre de 33 años salió del boliche y, lejos de alejarse, increpó a uno de los uniformados. Lo empujó, comenzó un forcejeo y, en medio del tumulto, a un efectivo se le cayó el cargador de su arma reglamentaria.
Lo insólito ocurrió segundos después: una adolescente de tan solo 16 años aprovechó el caos, tomó el cargador del suelo e intentó llevárselo.
Si bien trascendió en otros medios que la menor intentó hacerse con la reglamentaria del oficial, BIFE pudo confirmar que se trató del cargador.
La joven fue demorada en el lugar, aunque opuso resistencia. Fue puesta a disposición de la Unidad Funcional de Minoridad y entregada a sus tutores.
En tanto, el fisura fue detenido y notificado en libertad por atentado y resistencia a la autoridad.