Se trata de un santarroseño que días atrás rompió su auto por los pozos en las calles y ahora pide que di Nápoli le reconozca el arreglo.
“Reparar el vehículo cuesta entre un millón y un millón trescientos mil pesos”, dijo.
Lo cierto es que esta mañana se encadenó en el hall del municipio y espera una respuesta.