Después de la devaluación post PASO, numerosos precios experimentaron un fuerte aumento. Los datos proyectados para agosto revelan que la inflación general se mantiene en cifras de dos dígitos, y esta tendencia parece continuar en septiembre.
En un intento por estabilizar la situación, el Gobierno tomó decisiones que afectan algunos sectores. Por ejemplo, se comunicó que en septiembre no habrá aumentos en servicios como la medicina prepaga y los precios de los combustibles se mantendrán sin cambios hasta después de las elecciones generales. Otro sector que permanecerá sin cambios en sus precios es el de los medicamentos, debido a acuerdos con los laboratorios.
En relación a los aumentos que se esperan para septiembre, se destacan los siguientes:
Alimentos y Bebidas:
Se estableció un tope del 5% de aumento en más de 52,300 productos. Este sería el segundo incremento acordado tras el 5% de agosto.
Telefonía, televisión e internet:
Se implementará un nuevo aumento en los servicios de telecomunicaciones. Esto marca la sexta fase del incremento escalonado autorizado por el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) en mayo. El aumento mensual es del 4.5% y rige hasta diciembre. Ejemplos de los aumentos son el costo del segundo de voz en telefonía móvil, que pasará de $0.84 a $0.91, y el SMS que aumentará de $10.90 a $11.40. Las compañías podrán cobrar menos, pero no más.
Electricidad:
Se espera que la electricidad aumente un 11%. Este incremento afectará a hogares de ingresos medios (2.8 millones) y altos (5.3 millones), así como a la industria y comercios. Se estima que el impacto promedio en las facturas sea del 5.6%.
Servicio doméstico:
A partir de septiembre, se aplicará un aumento salarial del 8% para el personal del servicio doméstico. Esto significa que los empleadores deberán pagar un mínimo de $1,057 por hora de trabajo en tareas generales o un salario mensual de $129,670. Adicionalmente, el Gobierno anunció un bono de $12,500 para septiembre y otro para octubre. El 50% del bono será cubierto por el Gobierno en casos donde los empleadores tengan ingresos anuales netos inferiores a $1.5 millones. Quienes superen este umbral deberán pagar el bono por completo.