Pasaron 5 años desde aquel absurdo junio del 2018 en el que 2 individuos ingresaron al departamento del empleado municipal Diego Loza y lo asesinaron de 3 balazos sin ningún motivo, mientras la víctima se encontraba en su baño.
La familia ahora pidió al Juzgado de Menores una pena “contundente” a Carlos Andrés Carrión, quien en ese momento era menor de edad y hoy se encuentra en libertad. “Ya pasaron todas las instancias, la Corte Suprema rechazó todos los planteos y confirmó la cadena perpetua a Pedraza y la responsabilidad penal al menor”, expresó Ramón, padre de Diego.
“Ahora pedimos que convoquen a una audiencia y fijen una pena”, siguió. “A mi hijo lo masacraron y exigimos que el Juez le fije una pena contundente, sabemos que perpetua no puede recibir por ser menor, pero 4 o 5 años no vamos a aceptar, si es así la vamos a pelear”, aseguró la familia. “La pena tiene que ser acorde al delito que cometió”, reclamó.
“El juez no priorizó la vida, priorizó el bienestar del asesino”, amplió el padre y agregó: “No queremos que le den carta blanca con esos tratamientos tutelares que le dan y se conviertan en asesinos y que crean que matar no pasa nada y los mandan a la casa”.
El hecho
El homicidio de Diego ocurrió el sábado 23 de junio de 2018, a la noche, en el departamento que ocupaba en Emilio Zola y avenida Luro.
Walter Pedraza (tenía 22 años) y Carlos Carrión (de 17 años al momento del asesinato) ingresaron por los techos de un galpón y, luego, pasaron al departamento. Allí maniataron y le dieron tres balazos -uno de ellos en la boca, mortal- a Loza.
Ocultaron el cuerpo debajo de una parrilla, ubicada en un balcón. Se quedaron todo el domingo y parte del lunes. Incluso, llegaron a pedir empanadas a una rotisería. Mientras tanto, intentaron vender parte de los bienes de Loza a través de Facebook.