Tras el escándalo de las últimas semanas por denuncias de abuso en la iglesia evangélica Jesús Puede Hacerlo, se conoció un nuevo caso de una familia que ha sido fuertemente afectada por la manipulación que habría ejercido el pastor Javier Rodríguez sobre una mujer.
Denuncian que el religioso aprovechó el conocimiento que tenía acerca de los problemas internos que atravesaba un matrimonio de su congregación para inmiscuirse en esa relación. De esta manera, provocó una separación que tuvo consecuencias negativas tanto físicas como emocionales en todo el grupo familiar.
“Mi hermana y su marido no estaban muy bien porque estaban atravesando una enfermedad, un proceso vinculado a la salud. Esto el pastor Rodríguez lo sabía muy bien, y empezó a hacer un trabajo fino con ella. Comenzó a mandarle mensajes sugestivos. Y a hablar de manera muy personificada y durante un buen tiempo, unos 6 meses. Hasta que en un momento estuvieron juntos”, contó un familiar a Revista Bife.
Denuncian que el religioso aprovechó el conocimiento que tenía acerca de los problemas internos que atravesaba un matrimonio de su congregación para inmiscuirse
Luego de enterarse de esta situación, el marido –que ya venía afrontando un tratamiento médico- tuvo un ACV y perdió completamente la audición del oído derecho. “Mi ex cuñado tuvo un ACV y quedó sordo de un oído. Se aprovechó de los problemas matrimoniales de dos de sus feligreses. Y él sabe que tiene poder ahí dentro, porque se trata de personas con algún tipo de vulnerabilidad, o que están pasando un momento malo. Entonces llega él, siendo pastor, y con palabras envolventes arruina toda una familia. Es algo muy perverso”, dijo.
“Cuando empezaron a correr los rumores de que el pastor había estado con otra mujer de la congregación, yo le pregunté a mi hermana qué creía y ahí fue que me confesó los encuentros que había tenido con él. Me dijo que la envolvió con sus palabras, que es un oportunista porque sabía de sus problemas matrimoniales. Mi hermana está muy avergonzada y muy angustiada. Y naturalmente se separó de su marido”, explicó y señaló que “la manipulación es tan fuerte” que admitió que “si no me hubiera tocado de cerca como me tocó, no hubiera creído”.
No solo el matrimonio se destruyó sino que los padres de la víctima entraron en una espiral descendente de sus vidas. La madre, al enterarse del “escándalo”, le agarró una parálisis facial y empeoró drásticamente. De igual modo ocurrió con el padre, que además perdió su trabajo por tener que quedarse en su casa a cuidar de su mujer.
Mi ex cuñado tuvo un ACV y quedó sordo de un oído
La familia se vio tan afectada porque existía una relación de amistad de unos 15 años con el pastor y su esposa. De hecho, el padre, un policía jubilado de 67 años, siempre colaboró con su trafic en las campañas evangelizadoras o aportando el diezmo de sus ingresos, entre otras cosas.
En comunicación con Revista Bife, el hombre mayor dijo: “A mi señora le agarro una crisis porque lo quería mucho, la confianza que le teníamos era absoluta. Le agarró una parálisis facial. Se sintió destruida. Y yo ahora me tengo que operar, porque se me bajaron las defensas, por la bronca y la impotencia de burlarse de nosotros. La humillación fue terrible. Estuve literalmente 3 días sin dormir”.
“Se burló de nosotros. Tanta confianza, tantos años y ser engañados así. Él me llamó llorando, pidiendo perdón, preguntando si había algún tipo de pruebas, quería manipularnos de nuevo”, dijo.
“La manipulación es tan fuerte” que admitió que “si no me hubiera tocado de cerca como me tocó, no hubiera creído”.
El hombre, padre de la víctima, está afrontando una denuncia que le habría hecho el hijo del pastor por amenazas. “En esos momentos de mucha bronca, es verdad que yo le dije que le iba a hacer un daño, pero nunca le hice nada y encima su hijo, otro delincuente, me denunció por amenazas. Ahora perdí mi trabajo y estoy pagando un abogado por esta denuncia”, lamentó.
Sobre las presuntas acusaciones de enriquecimiento por parte del líder religioso, el hombre fue contundente. “Ellos son de Olavarría. Cuando llegaron, hace 17 años, comían arroz. Ahora, con todo esto, me decía ‘mi señora no quiere volver a comer arroz’. Pero la realidad es que no trabaja, solo abusa y manipula mujeres, y lleva una vida de lujo. Tiene casas, terrenos, autos y motos”, concluyó.