Revista Bife accedió a otra denuncia penal por abuso sexual por parte de un pastor que lideraba la iglesia evangélica Jesús Puede Hacerlo y que fue trasladado tiempo atrás al Centro Evangélico Mensaje a las Naciones. Se trata de D. O (mantenemos las iniciales hasta que avance la investigación), otro líder religioso que se suma a la denuncia que trascendió el viernes pasado contra Javier Rodríguez y su esposa, Romina Marín.
La noticia que publicó este medio días atrás en la que distintos familiares de víctimas cuentan las estafas y abusos que sufrieron en Jesús Puede Hacerlo, generó un terremoto dentro de la institución religiosa que animó a que aparezcan más voces que denuncian a otros pastores.
En esta acusación también aparece como cómplice y encubridora una reconocida boxeadora de la ciudad cuyas iniciales son M. A., que era una de las autoridades de la iglesia y se encargaba de liderar al grupo de mujeres que asistían, generalmente con alguna problemática social como consumo de drogas, prostitución o violencia.
En el año 2019, una joven que en ese momento tenía unos 26 años, empezó a concurrir a la iglesia Jesús Puede Hacerlo con la intención de sanar mental y espiritualmente después de padecer durante largos periodos violencia de género por parte de su ex pareja.
Su entrenadora de boxeo del barrio Santa María de las Pampas, de quien previamente se hizo mención, fue quien le aconsejó que asistiera a la iglesia.
Rápidamente se empezó a sentir incómoda por el pastor D. O., quien la acosaba de manera recurrente con preguntas, miradas y sonrisas. Durante las oraciones, la joven denuncia que al momento de levantar los brazos y cerrar los ojos, el pastor colocaba su mano sobre su pecho izquierdo.
Esto se lo contó a su líder dentro de la iglesia, la boxeadora M. A., que le respondió que era una sensación suya porque portaba “espíritus inmundos y perversos” que inventaban e imaginaban tal situación.
En los últimos meses del 2019, mientras se estaba por desarrollar el juicio contra su ex pareja y la joven denunciante precisaba tener la mente ocupada, decidió ir a la iglesia y hacer un trabajo de limpieza, como muestra de agradecimiento y buena voluntad hacia la institución que le había devuelto la fe.
En ese momento, mientras la joven limpiaba el baño de discapacitados, apareció el pastor D. O. agarrándose el pene y ofreciéndole dinero a cambio de sexo. Según consta en la denuncia radicada en la Unidad de Atención Primaria de Santa Rosa del Ministerio Público Fiscal, el hombre agarró la mano de la joven y la colocó en su miembro, que estaba afuera del pantalón. La muchacha logró rasguñarlo y a continuación lo amenazó con denunciarlo. El pastor le rogó que no le cuente a nadie porque arruinaría a su familia.
La joven mantuvo el silencio hasta febrero de este año, tras ver en las redes sociales una foto del pastor en la iglesia Mensaje a las Naciones, sonriente y con una biblia en la mano, con absoluta impunidad.
Primero realizó varios posteos en sus redes sociales que no trascendieron más allá de su burbuja. Y después, gracias al impulso de su madre, el 15 de marzo pasado realizó la denuncia que hoy está siendo investigada.
Según aseguran a este medio, hay muchas más personas con intenciones de contar el padecimiento que sufrieron en estas instituciones religiosas, que en su momento callaron por el grado de manipulación al que estaban sometidas debido a que se encontraban en un momento de fragilidad existencial.