Daiana, quien fue vecina de Magdalena Espósito y Abigail Páez, detenidas por el asesinato de Lucio Dupuy de 5 años, hizo declaraciones públicas días después de haber viralizado las capturas de pantalla del 25 de agosto. En esos mensajes de Whatssap se pudo constatar que Lucio vivía un infierno en su domicilio. Además, fue la prueba que aseguró que se había denunciado a la policía por maltrato infantil un día que a Lucio le estaban pegando.
La respuesta oficial, ante el repudio generalizado por no haber salvado a la criatura, fue que el denunciante pasó mal la dirección, que recibieron el domicilio que se ubica frente a la casa de Magdalena y Abigail. “La policía llegó y tenían que haber golpeado todas las puertas. Por un número mal dado no salvaron al nene. Si ellos hubiesen golpeado en toda la cuadra como corresponde, hoy Lucio estaría vivo”, protestó Daiana.
Más adelante la vecina cuenta los detalles del momento en que se hicieron presente los efectivos policiales. “La policía llegó en frente y golpeó la puerta diciendo ‘ábranme porque nos llamó el hermano de la vecina diciendo que hay un nene a quien están golpeando’. La vecina sale por la ventana y les señala en frente. Mientras, yo hacía señas de que estaban al lado, porque tengo una nena y no me quiero involucrar, porque tuve problemas con el papá de mi nena y no quiero que me saquen la tenencia”, se lamenta.
Daiana contó cómo fue el día que, cansada de escuchar gritos y golpes, avisó a su hermano para que el patrullero de la policía se haga presente. “Estaba durmiendo una siesta y escuché que Lucio llegó de jardín y empezaron a golpear cosas, empezaron a decirle cosas, precisamente Abigail, que le decía al chiquito que era un enfermo, que deje de preguntar por el padre, que ella laburaba y se rompía el lomo por él, que el padre no existía”, relata.
“Lucio preguntaba por su papá y le pegaba. Se escuchaban golpes fuertes. Ahí empezaron a subir la música. Yo empecé a golpear la pared; no me quería meter, tengo a mi hija”, dice Daiana, quien ya no vive más en la calle Allan Kardec.
“No fue la única vez que le pegaban. Yo escuchaba todos los días que golpeaban, que le gritaban. El nene se juntaba con mi nena. A lo último yo no dejé que mi nena se juntara con Lucio…”
“Le decían que era un enfermo –sigue Daiana-; una vez escuché que Abigail le decía ‘matalo porque cuando vaya lo cago a palos yo’. Y Magdalena le decía ‘qué querés que lo mate, tiene 4 años, no me puedo poner a discutir’. La madre lo único que decía era ‘basta Abi, no le pegues, basta Abi’”.
La vecina que vivía al lado del domicilio de Madalena Espósito y Abigail Páez, confirmó que diariamente Lucio era golpeado o maltratado. “Todos los días cuando Lucio llegaba de jardín era golpeado o maltratado. Un día le pegaron porque Lucio había llegado de la escuela y la mamá había sido llamada por una maestra, diciéndole que Lucio se había reído de un nene con discapacidad. Ese día lo empezaron a torturar psicológicamente. Le empezaron de preguntar si él era tonto”.
Con respecto a la autopsia que confirma que Lucio tenía heridas de vieja data, entre quemaduras y mordedura, Daiana dijo: “Cuando le veíamos un brazo quebrado o un chichón, con los vecinos decíamos que era muy hiperactivo como es cualquier chico”.
Además se hizo referencia a uno de los twit de Abigail, en e´l que celebra que junto a su pareja (Magdalena) iban a poder salir a “yirar, chupi y faso”. “Todos los días hacían jodas hasta la madrugada con el nene ahí”, cuenta.
En la entrevista realizada en Telefé Noticias, le preguntan a Daiana qué le pasó cuando se enteró de que el chiquito estaba muerto. En ese momento la joven se conmueve y empieza a llorar. “Estoy embarazada, y la gente acusándome de que soy tan culpable como la madre, y no es así”, dice, entre llantos.
Sobre el padre de Lucio dijo que no lo conocía. Un día, contó Daiana, Magdalena le dijo que ella no quería tener al nene, que quien la incitó a tener la custodia de Lucio fue Abigail. ¿Cuál es el interés?, se preguntan. “No sé cuál fue la razón, la verdad no se entiende”, responde.
“Mi nena le decía al chiquito Sucio, porque no le salía decir Lucio. Y me dice todos los días que al chiquito lo mataron porque nosotras no lo cuidamos y que ahora está en el cielo”, cierra Daiana, visiblemente conmovida.