Oliveto: “El problema que no resuelve el Estado lo resuelve el narcotráfico”

Días antes de que diera a conocer su candidatura a presidente, el entonces asesor de Cristina Kirchner, Alberto Fernández, dijo “hay que dejar de perseguir a los que se fuman un porro”. Hoy, ya ejerciendo la presidencia, ha dejado que funcionarios de su gabinete deslicen en declaraciones a medios de comunicación el hecho de que se está diseñando un proyecto de ley para la legalización de marihuana en Argentina. Incluso aseguran que es una ley que se tratará este mismo año, formando parte así, del paquete para satisfacer demandas progresistas que el ejecutivo tiene preparado para despachar en el Congreso.

¿Pero de qué manera se implementa hoy la ley de cannabis medicinal sancionada en 2017? ¿Cuál es la situación en la provincia respecto al uso terapéutico de la marihuana? ¿Es posible trasladar el modelo uruguayo a la Argentina? Sobre estas cuestiones hablamos con Daniel Oliveto, biólogo y militante pro cannábico.

–¿Cuál es la demanda de cannabis medicinal en La Pampa?

Acá no hay cifras. No se ha hecho un estudio sobre eso. Lo que yo si te puedo decir es cuál es la demanda que tengo acá en mi local. El 80% de la gente que entra me pide cannabis medicinal para tratar una dolencia. Y estoy hablando de gente mayor de 60 años que demanda aceite de cannabis para tratar diversas patologías, pero sobre todo por dolores de articulaciones, artritis, achaques propios de la vejez. Y el problema es que hay gente que está vendiendo goteros para personas que padecen cáncer, enfermedades inmunodeficiente y no se sabe que carajo contienen esos goteros, no se sabe que cantidad de cannobinoides tienen. Cada enfermedad requiere una dosis diferente. Tampoco sabemos con que calidad de higiene se producen. El Estado no puede exponer a las personas que demandan marihuana para uso medicinal a esas condiciones.

-De esta manera estás planteando que la regulación de 2017 no sirvió de mucho…

En 2017 lo que se regularizó fue sólo la cobertura para epilepsia refractaria dejando afuera la mayor demanda que es por dolor. Esa es la demanda global, que ronda entre un sesenta y ochenta por ciento.

El 80% de la gente que entra me pide cannabis medicinal para tratar una dolencia”

–¿Cómo se ejecuta esa ley acá, en la provincia?

Acá la provincia a través de SEMPRE se hace cargo de tres pacientes con epilepsia refractaria. Y se cubren antes de que salga la ley, incluso. Pero el SEMPRE está gastando mil dólares por cada tarro de aceite de charlotte. Tres mil dólares al mes, cuando con un indoor de un metro cuadrado por tres de alto sacás ciento ochenta goteros cada tres meses, acá se debería empezar a producir y ahí se podría satisfacer a pacientes que padecen otras enfermedades y dolencias con la posibilidad de acceder a un producto seguro. Lamentablemente el problema que no resuelve el Estado lo resuelve el narcotráfico.

-¿Hay localidades en el país que estén llevando adelante un programa de producción de aceite de cannabis?

A nivel nacional te diría que hay agrupaciones que están haciendo un buen trabajo informando, brindado herramientas para el autocultivo y la preparación de aceite. Luego está el caso del municipio de Lamadrid que está llevando adelante un programa de manera incipiente, después tenés el caso de Morales en Jujuy, que está haciendo cualquier cosa sembrando semillas que no están permitidas, rompiendo las economías regionales. Lo que está produciendo se va a Estados Unidos para consumo recreativo. La discusión es de qué manera implementamos el autocultivo libre.

El problema es que hay gente que está vendiendo goteros y no se sabe qué carajo contienen esos goteros”

-Funcionarios del gobierno nacional dejaron entrever que el ejecutivo está diseñando un proyecto de ley para la legalización de la marihuana, uno de los modelos en que se basaría sería en el uruguayo, en el cual el Estado tiene el monopolio de la comercialización ¿Cómo ves esa posibilidad en Argentina?

A mi me parece que como primera aproximación es buena. Creo que tiene que haber un monopolio estatal para la resolución del cannabis terapéutico, por otro lado tenés que tener habilitado los mecanismos de autocultivo, que estén dentro de la ley. Lo que hay que ver es cómo se implementa el mecanismo de producción para aquel que no quiere tener las plantas y desea comprar para uso recreativo. Hay que monopolizar toda la demanda medicinal para la gente que padece enfermedades más allá de la epilepsia refractaria para que pueda acceda a aceites de calidad. Esto se puede hacer a través de las universidades. El punto es la habilitación de los mecanismos para aquellos que no quedan comprendidos dentro del uso terapéutico y el autocultivo. Regular quien quiera vender para consumidores recreativos.

Morales en Jujuy está haciendo cualquier cosa sembrando semillas que no están permitidas, rompiendo las economías regionales”

-¿Cómo funciona esto último en Uruguay?

En Uruguay está centralizado el control, la producción está delegada en industrias. Van otorgando licencias para empresas que producen para la venta en farmacias. No comprás marihuana en un grow shop para uso recreativo. Lo comprás en una farmacia, como si fueras un enfermo.

-Entonces hay un problema con ese modelo…

Es que sólo hay dos modelos existentes en el mundo. Canada y Uruguay. Una locura. De todas maneras en un principio hay que ir hacia ahí.

-¿Crees que es posible la aprobación de una ley de legalización teniendo en cuenta cómo están formadas las dos cámaras, tanto de senadores como de diputados?

Yo creo que sí, que va a salir. Los vientos políticos juegan a favor.  Además hay mucha presión social. Nosotros este año vamos a cristalizar una asociación que es el Centro de Estudios Interdisciplinarios del Cannabis, cuyo objetivo va a ser concientizar con información científica respecto a esto. Por otra parte, la cultura cannabica ha crecido muchísimo.