A una semana del inicio de la invasión a rusa a Ucrania, miles de ucranianos se reúnen para producir cócteles molotov y así poder resistir ante las tropas enviadas por Putin.
Un trapo o pedazo de tela en la boca de una botella de vidrio gruesa sirve como mecha. Se enciende la mecha y se lanza. Al romperse el vidrio, el líquido inflamable –puede ser nafta–, mezclado con aceite de motor, espuma de poliestireno o aserrín –como adherente–, se esparce a la vez que entra en contacto con la llama y se incendia, generando así una pequeña explosión.
El Ministerio del Interior de Ucrania publicó a través del servicio de prensa y redes sociales el instructivo de cómo preparar este explosivo casero. “Durante la guerra soviético-finlandesa, en 1939, el ejército finlandés luchó contra tanques con estas botellas”, decía el comunicado.
Es así que ucranianos adoptaron la fabricación de estos cócteles explosivos como actividad comunitaria. Llevan comida, café, té, galletas para compartir mientras producen centenares de bombas caseras y de esta manera estar prevenidos ante el ataque de soldados rusos.


