Un policía asesinó a un joven malabarista en la ciudad chilena de Panguipulli y se convirtió en el epicentro de una noche de violencia.
La víctima fue identificada como Francisco Martínez Romero. Según información preliminar, y después una tensa discusión, el joven se aproximó sobre el funcionario policial con los machetes que utilizaba para realizar malabarismo (que serían de utilería) en la intersección de calles Martínez de Rosas con Pedro de Valdivia y el uniformado respondió disparándole en cinco oportunidades. Martínez Romero falleció abatido en la avenida principal.
Según las autoridades, el fallecido se resistió a un control de identidad por parte de dos agentes policiales y uno de ellos se vio obligado a disparar en “legítima defensa propia” después de que el interpelado intentara agredirlos con “armas blancas”, en referencia los machetes que el joven que empleaba en su espectáculo y que según algunas versiones eran de juguete.
Diferentes videos del incidente se difundieron rápidamente por las redes sociales, atizando la protesta. Y fue también en redes sociales donde empezaron a conocerse más datos sobre el trágico protagonista del incidente.
Se llamaba Francisco Andrés Martínez Romero, pero en las primeras noticias sobre las violentas protestas desatadas por su muerte en la localidad chilena de Panguipulli muchos de los principales medios del país solamente lo identifican como el malabarista que fue abatido en plena calle por un carabinero.