El cómic es una forma de expresión de las artes visuales que combina imágenes y palabras para contar una historia. Las voces “cómic” e “historieta” aluden a lo mismo, con una sola diferencia: la primera tiene su raíz en el mundo anglosajón. Este arte permite dar rienda suelta a la imaginación y abordar diversos temas como la fantasía, la realidad y el humor, entre otros.
Denis Santander, profesor de Artes Visuales, está al frente de esta innovadora propuesta que es parte de la grilla de los talleres de la CPE, y que tendrá continuidad en este 2025. “Cuando hablamos de historieta, de cómic o de manga, nos referimos al arte secuenciado de contar o narrar una historia, ya sea a través de texto o de imágenes de forma secuencial”, expresó Denis.
“Cómic” lo llaman los estadounidenses y “manga” los japoneses. Actualmente son las dos mayores referencias y exponentes de lo que es la historieta en el mundo de este tipo de publicaciones. Sin embargo en las últimas décadas tomó protagonismo el “manhwa”, que es la versión coreana, y que en Argentina también está muy desarrollada.
Se habla mucho de cómics y automáticamente se lo relaciona con la historieta, pero “es un mundo mucho más profundo e interesante”. Denis inició su relación con el cómic cuando era adolescente: “Digamos que no fui lector de historietas, pero sí las empecé a dibujar en esa época. Recuerdo que por aquellos tiempos arrancamos con mi grupo de amigos —más que nada como broma— donde yo dibujaba tiras cómicas y hacíamos parodias entre nosotros”. Sin embargo, en el secundario algo cambió, descubrió un lado más profundo: usar la historieta y el cómic como una herramienta para contar historias.
Según Denis, lo que más le apasiona del cómic —y que también lo ve reflejado en sus estudiantes— es la posibilidad de poder autoreferenciarse. “En los cómics podemos crear nuestros propios personajes y vivir historias y fantasías a través de nuestros personajes. Muchas veces esos personajes tienen nuestras propias características y nos permiten fantasear, crear y vivir historias que son mucho más personales”, sostuvo.

Denis Santander, hablando en el Centro Municipal de Cultura.
El inicio del taller
“Uno de los mayores valores que nos da la historieta, el cómic o el manga es la motivación para poder desarrollar nuestro propio arte”, resaltó con pasión. La propuesta del taller nace a partir de utilizar estas artes como un medio para enseñar los fundamentos del dibujo y la narrativa, entre otros aspectos; es un enganche para poder adentrarse en el mundo de las artes visuales. “Mi interés en la enseñanza de las artes visuales, más allá del conocimiento propio, es que los estudiantes se interesen y se involucren en las distintas dinámicas”, agregó entusiasmado.
Otro punto que tiene en cuenta el docente se vincula a que el género manga aumentó su consumo en los últimos tiempos, sobre todo en las nuevas generaciones. Adolescentes y niños han empezado a consumir mucho manga y “esto está bueno porque los lleva no solamente a introducirse en lo que es el arte sino también en la lectura”.
Dinámica de trabajo
El taller es anual y el cupo va variando a lo largo del año. Hay chicos que asisten desde años anteriores, mientras que otros ingresan a mitad del ciclo. Aproximadamente son doce chicos preadolescentes y adolescentes en su mayoría, pero siempre hay una excepción; hubo casos donde adultos y niños formaron parte de las clases.
La dinámica de trabajo en el taller es muy flexible y varía de acuerdo con lo que los alumnos requieren. No existe una planificación estricta pero sí un abordaje de fundamentos teóricos de las artes visuales, en este caso el dibujo, con la creación de historias y de historietas principalmente. En palabras del profesor “intento que el taller se amolde a los alumnos, y no los alumnos al taller”. Las propuestas que trabajan se relacionan con las características de cada grupo y con lo que se desea realizar.

Denis, junto a sus alumnos del taller en el espacio cultural Antonio Skara, de la CPE. Los martes de 18:00 a 19:30 hs.
“Generalmente se arranca haciendo una distinción entre aquellos alumnos que tienen un interés en producir su propia historieta y los que solamente van a aprender a dibujar. Lo que tienen en común es que todos son consumidores de esta cultura; del animé, del cómic, de los superhéroes; entonces ya vienen con una noción”, comenta Denis. “Teniendo en cuenta esa primera distinción, comenzamos a enfocarnos en los fundamentos generales del dibujo y les voy brindando herramientas para que ellos puedan ser capaces de expresar y contar historias a través de su ilustración”.
El poder que tiene la historieta es que empuja a los chicos a diseñar sus propias ilustraciones desde cero. Para ello les enseña los fundamentos del dibujo como las proporciones, perspectivas, anatomía, claroscuros o la tridimensionalidad. “Vamos mechando mucho contenido teórico dentro de las clases y eso es lo que más me interesa del taller: yo lo veo como una herramienta para enseñar las artes visuales utilizando la historieta, que es parte de la cultura popular, como motor”, resumió.
Por otro lado, están los que desean escribir una historieta. “Con ellos vamos trabajando en cuestiones que tienen más que ver con la narrativa, sobre cómo escribir un guion, una storyboard, viendo y estudiando lo que son los planos secuenciales y todo lo que es el armado del argumento y la historia y el desarrollo de los personajes”.
La edición 2024 tuvo una actividad de cierre, junto con los otros talleres de la CPE, en el Centro Municipal de Cultura, donde pudieron mostrar sus producciones. Desde el taller de cómic realizaron un mural en vivo durante el desarrollo del evento. “Estuvimos dibujando y aplicando todos los conocimientos que se aprendieron durante el año con nuestro estilo de dibujo; de cómic, de manga, pero sin imágenes de referencia, a manera de improvisación, como si fuera una performance donde los chicos pudieron poner a prueba sus conocimientos, técnicas y darle rienda suelta a su creatividad”.

Dibujo realizado en forma colectiva durante el cierre de los talleres 2024.
Una reflexión personal
Denis dejó su reflexión sobre la “intencionalidad” que subyace en los artistas. “Muchas veces, cuando recién arrancamos con el dibujo y con el proceso creativo, tenemos enfrente la hoja en blanco y surgen las dudas: ¿comenzar a dibujar; qué dibujar?”. Generalmente se buscan imágenes de referencia de algo que guste: “Estamos horas buscando imágenes de referencia hasta que encontramos algo que nos convence y lo hacemos, pero no deja de ser la reproducción de la imagen que hizo otra persona”, señala. “Entonces nuestro desafío es trabajar en la motivación, de lo que va a tratar la imagen y el dibujo. Y uno de los valores que tiene el arte secuencial en la historieta es que nos da un motivo. Tenemos la posibilidad de representar una acción, un hecho, un sentimiento, una idea que finalmente plasmamos a través de lo visual y de la imagen, y eso indica que debe existir una correlación entre la idea original y el producto final”.
De esta forma el artista supera la idea de “simplemente dibujar lo que salga”, para empezar a darle un sentido y un significado a lo que produce. “Esto es fundamental para el desarrollo de cualquier artista, ya que no es solamente dibujar o reproducir una imagen sino poder expresar. Las artes visuales son comunicativas y expresivas, donde se pueden exteriorizar sentimientos, ideas, etc.”.
Para Denis “uno de los grandes valores de la historieta es que al ser nuestra la historia y el personaje es propio, le tomamos cierto cariño. Lo queremos ver crecer y desarrollarse. Creo que muchas veces esta habilidad nos ayuda a salir de nuestra zona de confort, nos motiva a superar dificultades y por lo tanto progresar en nuestro propio arte”.