La Universidad Nacional de La Pampa vive momentos de incertidumbre. A la huelga de 48 horas convocada por los docentes en reclamo de mejoras salariales y en apoyo a la Ley de Financiamiento Universitario, se suma el temor creciente entre los estudiantes por el futuro de la educación pública bajo el gobierno de Javier Milei.
Ivón Gutiérrez, consejera superior de la Facultad de Ciencias Humanas, expresó el miedo latente entre sus compañeros: “Hay un miedo real a que los sueldos no mejoren y que la situación de violencia escale”.
Los estudiantes, organizados en frentes como Unidad Estudiantil, buscan movilizarse, pero reconocen que aún falta participación masiva. La amenaza al financiamiento de la universidad pública y la represión a jubilados han encendido alarmas entre las agrupaciones.
Por su parte, los docentes universitarios, que ya realizaron varias huelgas a lo largo del año, ven en el paro una forma de presionar por un futuro donde la universidad pública no sea asfixiada presupuestariamente. El temor, tanto entre estudiantes como docentes, es que la política de ajuste de Milei deteriore aún más las condiciones laborales y académicas.
Ambos sectores comparten la misma preocupación: la posible pérdida de la universidad pública tal como se la conocemos.