La semana pasada la Justicia ordenó la prisión domiciliaria para el tatuador acusado de abusar sexualmente de una menor que habita en el hogar para adolescentes de la ciudad de Santa Rosa. A raíz de la publicación del hecho, un periodista de este medio recibió amenazas por parte del entorno del sospechoso.
En las última horas, BIFE recabó información a través de fuentes judiciales sobre la situación del tatuador y pudo saber que la Justicia le dictó 30 días de prisión domiciliaria.
A su vez, la fuentes consultadas indicaron que “aún hay pruebas pendientes de análisis”, incluso, ordenaron la apertura de teléfonos: “El peritaje a los celulares se realizará en el mes octubre, porque hay muchas causas pendientes”, confirmaron.
En tanto, se espera la declaración de las dos adolescentes en Cámara Gesell. La menor denunciante había concurrido a la casa del presunto agresor con una acompañante.
Por otro lado, según la información a la que accedió BIFE, la vivienda en donde habría ocurrido el abuso está ubicada en el barrio Fonavi 42 de esta ciudad.
El hecho sucedió en el mes de julio cuando una menor que habita en la residencia para adolescentes de la capital pampeana se dirigió a una casa particular junto a una amiga para realizarse un tatuaje.
Segun el relato de las jóvenes, el tatuador abusó de una de ellas mientras este consumía estupefacientes.
De un momento a otro, una de las chicas logró llamar al 101 y un móvil llegó al domicilio señalado. El sujeto acusado les dijo a los oficiales que se encontraba solo en el lugar.
Lo cierto es que las jóvenes pudieron escapar de la vivienda y fueron rescatadas por los agentes.
AMENAZAS A BIFE
Días después de haber publicado la información sobre este hecho, un periodista de este medio recibió el llamado de una persona que dijo ser el “abogado” del tatuador y exigió que se borre la publicación o de otro modo “habrá consecuencias”. Lo cierto es que cuando el integrante de BIFE le dejó en claro que el posteo no iba a ser eliminado, ya que se trataba de información fidedigna, el supuesto “abogado” cortó la comunicación.