En una noche de sábado helada que tuvo un termómetro embustero que a las 3 de la mañana nos tomó el pelo marcando 7 grados, la banda bonaerense Aliento de Perro irrumpió en Jake con una catarata de canciones tan honestas como podridas. Como corresponde si de punk se trata.
En términos futbolísticos, Aliento de Perro juega en el Nacional B del punk, pero no merodea la mitad de tabla ni pelea por el descenso. Es el Poronga de la categoría, como Almirante Brown o Nueva Chicago. Con hinchas incondicionales que llenan la cancha, mueven los trapos y bancan la parada si la cosa se pone fea. Después de 20 años para qué jugar en otra liga que demande otras exigencias, ¿no?
Los ADP Suman cuatro discos editados con canciones que tienen como eje el desamor y las malas decisiones y, otras tantas, donde los oriundos de Villa Rosa despliegan su faceta más cómica y sarcástica, rasgo heredado de bandas punkies españolas surgidas en los ochentas.
Antes que ellos asomen en el espacio que auspicia como escenario en Jake, los locales de Cabeza de Tormenta tuvieron que llevar adelante la dura tarea de agitar los cuerpos que fueron víctimas de una jugada sorpresiva del clima. 1, 2, 3 y a saltar, o al menos mover la cabecita con la banda contestataria compuesta por militantes del under santarroseño.
“Anímense al pogo”, soltó más de una vez el frontman. La noche estaba difícil, loco. Finalmente algunos respondieron al reiterado llamado. Los Cabeza de Tormenta se balancean -por ahora- entre el jarcor melódico de Bad Religion y 7 seconds, y el jarcor atorado de Agnostic front y Suicidal. A mi dame lo primero.
Aliento de Perro abrió con un tema de no más de dos minutos e inmediatamente después de ejecutarlo, Maki, su vocalista y violero exigió: “A ver si desde la barra nos traen una birra”. La 1890 llegó y Aliento no paró. Las novias de los músicos y allegados a la banda se pusieron al frente y como barras en un paravalancha guiaron a los demás para alentar en un nuevo partido de los autores de “Diga 33”.
“Hay muchos periodistas, pero yo no soy artista/por eso pasan de largo/yo no los atraigo”, sostienen en la lograda “La Televisión de Cuki” del disco editado en 2014, el mismo que tiene como tema más escuchado –en YouTube- a “Ke Asco”: el momento más alto de la noche.
Al cierre lo dejaron reservado para su canción insignia. “Se escucha mal”, una invitación explícita al pogo que, ahora sí, sumó a casi todos.
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