“Mi hija se defendió de una cara conocida” sostiene Silvana Cappello, madre de Agustina, horas después de despedir a su hija.
Pablo Parra, quien era amigo de Agustina, el inquilino del departamento donde fue asesinada, brindó un relato que se ajusta a la hipótesis de robo. Pero la fiscalía tampoco descarta su participación en el hecho.
“Uno cuando tiene un ser querido lo primero que hace es pedir ayuda y marcar un número de teléfono. El no tenía y sube hasta arriba a pedirle el celular a la vecina. Por lo menos ahí se fueron cinco minutos. No sé, no todos manejamos la misma lógica”, advirtió Silvana sobre el testimonio de Parra.
Desde lo que en un primer momento se interpretó –en base a la declaración del vecino de la joven estudiante pampeana- como homicidio en ocasión de robo, comienza, con el correr de las horas, a generar otras hipótesis a los investigadores.
Una de ellas es el femicidio. “Nada se descarta”, afirman desde la Policía de Río Negro. Y esa teoría estaría poniendo en la línea de la investigación a Pablo Parra, el propietario del departamento de Agustina y quien denunció el hallazgo de la joven, tras haber sido salvajemente agredida.
En virtud de lo expuesto es que en las últimas horas la pesquisa lo pondría también bajo la lupa, con lo cual el MPF suma el femicidio como causa aparente de este triste desenlace.