El fenómeno Milei crece a lo largo y ancho del país al ritmo del descontento social, y La Pampa no es la excepción. El titular del Partido Libertario, Luciano Ortiz, habló con Revista BIFE y brindó algunas definiciones. Por el momento, están concentrados en juntar las afiliaciones correspondientes para formar una estructura legal y poder competir de cara al 2023. Sin embargo, aseguran que no hay posibilidades de unirse al espacio de Juntos por el Cambio, pese a que han mantenido reuniones.
“No queremos adelantar pasos, el objetivo es tener una estructura legal para competir. Ahora bien, no vemos posible acompañar a Maquieyra. No hay ningún tipo de apoyo a ese espacio. Política e ideológicamente estamos lejos. Lo que no quita que desencantados de Juntos por el Cambio se sumen a nosotros, cosa que está sucediendo día a día. Lo de ellos es más de lo mismo, pero dicho de manera más linda. En La Pampa no conozco ningún halcón, sólo veo palomas; con respeto a las palomas”, indicó Ortiz.
El libertario pampeano destacó que dirigentes de la política tradicional de la provincia ahora “levantan las banderas del liberalismo”, y dijo que cada día son más “los jóvenes, comerciantes, docentes, amas de casa y desempleados” que tocan la puerta del liberalismo.
“La Pampa, si bien es una provincia chica, es parte de la realidad del país. Acá también hay un crecimiento. Se ve en referentes locales de la política. Por ejemplo el intendente radical de Victorica, Hugo Kenny, ahora levanta las banderas del liberalismo y dice que toda la vida fue libertario. Es una tendencia generalizada. El arco político se va corriendo para ese lado”, sostuvo.
“Otro factor de crecimiento lo vemos en la cantidad de gente que se acerca al partido, de diferentes localidades de la provincia. También lo vemos en la calle, en las escuelas, en las oficinas, la gente habla de estas ideas. Es un crecimiento cultural, y en La Pampa, que es de las más tardías en adoptar tendencias”, dijo.
Por último, el dirigente libertario se tomó unos minutos para aclarar que esa expresión política no fomenta la violencia, porque “parece ser que todo acto de vandalismo es atribuido a los libertarios. De repente somos los que pintamos paredes o escrachamos la quinta del gobernador. Hace dos años no existíamos y ahora somos responsables de todas las cosas malas que suceden”, finalizó.