Con sólo diez días de cuarentena, marzo arrojó un sorprendente desplome de la actividad económica del 11,5%, el nivel más alto desde el 13,7% registrado en mayo del 2009.
Pero el dato más preocupante es que todos los economistas proyectan una cifra récord para abril, donde a raíz del confinamiento total podría darse el peor indicador de toda la historia.
Al menos hasta 1993, ya que antes de esa fecha no existían publicaciones mensuales, sino únicamente trimestrales. Dentro de ese lapso, las mayores caídas mensuales de forma interanual fueron las de enero y marzo del 2002 con un -16,5% y -16,7%, respectivamente, valor que quedaría opacado ante la dura realidad de abril.
“Abril fue el primer mes completo de cuarentena, por lo cual la caída que esperamos que exhiba la actividad económica es mayor a la de marzo La merma mensual desestacionalizada la veo en torno al 15%”.
En el caso de marzo, los peores números se vieron en “pesca” (-48,6%), “hoteles y restaurantes” (-30,8%) por el lógico parate del turismo y “construcción” (-46,5%), uno de los sectores que mayor cantidad de empleo genera.
En tanto, la industria manufacturera cayó un 15,5%, el transporte un 14,8%, servicios comunitarios un 12,5%, comercio un 11,2%, servicios sociales y de salud un 9,3% y agricultura, ganadería y silvicultura un 8,1%.
El único incremento se observó en “electricidad, gas y agua” con un repunte del 6,7%, mientras que las bajas más leves se dieron en “administración pública” (-0,8%), “enseñanza” (-1,2%) y explotación de minas y canteras (-3,1%).
De esta manera, marzo mostró una baja respecto a febrero del 9,8% en términos desestacionalizados y el primer trimestre acumuló una merma del 5,4% en relación al mismo período del 2019.