Una mujer de 27 años se suicidó por asfixia dentro del área de Salud Mental del Hospital Molas, un hecho que permanece bajo investigación judicial para determinar si hubo fallas en los protocolos de vigilancia. El caso, mantenido en reserva hasta mediados de esta semana, reavivó dudas sobre el nivel de supervisión que reciben los pacientes con alto riesgo de vida.
La joven tenía antecedentes de intentos de suicidio, tanto dentro como fuera del hospital. Fue encontrada con vida por el personal sanitario, que logró reanimarla y trasladarla a terapia intensiva, donde finalmente murió.
La fiscalía analiza si la paciente contaba con custodia policial personalizada, una medida habitual en internaciones por crisis agudas. La ausencia o deficiente aplicación de este control podría derivar en responsabilidades administrativas para el complejo hospitalario.
Ante la difusión del hecho, la Dirección del Complejo Hospitalario Favaloro-Molas aseguró en un comunicado que el personal actuó “en estricto cumplimiento de las normativas vigentes” y anunció la apertura de un sumario administrativo para deslindar responsabilidades. La investigación judicial sigue en marcha, con la toma de testimonios y el análisis de los registros clínicos.
Desde Salud recordaron además la vigencia de los protocolos de comunicación responsable de la Defensoría del Público y pidieron evitar enfoques sensacionalistas para resguardar la intimidad de la familia.


