El testimonio corresponde a Florencia López (20 años, madre de una beba) la amiga y compañera de Antonella Villaba (26 años, 3 hijos), quienes en junio estaban en situación de calle y juntas ocuparon dos viviendas del barrio Los Profesionales de Toay.
Desde el comienzo se enfrentaron a una serie de humillaciones que, según afirmaban cuando BIFE dio a conocer la noticia, tenía como finalidad agotarlas para que desalojen las viviendas. Les habían cortado la luz, el gas y cada tanto les faltaba agua. Además, se había instalado un patrullero que permanecía custodiando el domicilio casi todo el día y la noche.
La situación no se pudo resolver y los atropellos se extendieron a lo largo de los meses. Según afirma Florencia, Antonella estaba cansada de “lucharla” y había caído en un “pozo depresivo”.
“Me venía diciendo que se quería matar, que estaba deprimida y cansada por toda esta situación: estar acá sin luz, sin gas, sin agua, insistir y que nadie nos ayude. Antonella se mató porque se cansó de luchar contra el desprecio de la sociedad y de las autoridades de Toay”, le dice al cronista de BIFE totalmente conmovida.
“Estaba mal, ya venía advirtiendo que se quería matar. Había tenido intentos de suicidios. En una ocasión, se salvó porque se le cortó la soga que había utilizado para ahorcarse”.
“Hoy vinieron todas las de Acción Social, pero se olvidaron de nosotras desde el primer día. Tenemos nenes y bebés y no se puede ni cocinar, es enloquecedor. Hace rato dejamos de ir a la municipalidad, te hacen perder tiempo porque después no te llaman o te llaman a los 20 días”, señala Florencia.
“Tendrían que haber estado antes, porque ella necesitaba ayuda antes. Ahora ya no está. Yo no lo puedo creer. Es muy triste. Antonella se mató por abandono. Ahora nos cancelaron dos audiencias por ejemplo. Nos la pasaron para el 19, pero Anto se suicidó y yo quedé sola, entonces, ¿ahora qué?”.
“Se había quedado sin trabajo, y el papá de sus nenes no la dejaba juntarse con nadie y le pegaba. Casi todas las semanas venía la policía porque los vecinos denunciaban que se escuchaban golpes”.