A los 16 años, Candelaria Kler ya tiene su propio emprendimiento de chocolatería artesanal. Lo que comenzó como un pasatiempo en la infancia se convirtió en un negocio en crecimiento, impulsado por su dedicación y aprendizaje autodidacta.
Su interés por la cocina nació de la mano de su abuela, y a los 9 años empezó a vender pastafrolas en su pueblo. Durante la pandemia, con 12 años, decidió probar con el chocolate. Sin acceso a cursos formales, aprendió a través de libros y tutoriales en línea. Con el apoyo de su familia, compró los primeros ingredientes y comenzó a producir tabletas que rápidamente encontraron clientes.
Las ganancias las reinvirtió en mejorar su producción: adquirió herramientas, muebles y se presentó en ferias locales, incluida la Expo Apícola de Doblas, donde obtuvo reconocimiento y mayor visibilidad.
Mientras cursa la secundaria, tiene claro su próximo paso: estudiar gastronomía y abrir su propia pastelería. Aunque por su edad no puede participar en la Expo Pymes 2025, ya realizó capacitaciones gratuitas de la Provincia, como el curso de manipulación de alimentos.
