La Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial, Laboral y de Minería de Santa Rosa confirmó un fallo que otorga a una madre el uso de la vivienda familiar hasta que sus hijos alcancen la mayoría de edad, es decir, por 15 años. La decisión se basó en la situación de vulnerabilidad de la mujer y el principio del interés superior del niño.
El fallo de primera instancia interpretó los artículos 526 y 443 del Código Civil y Comercial. El 526 establece que, tras el fin de una unión convivencial, uno de los convivientes puede usar la vivienda hasta por dos años si tiene hijos a cargo o si demuestra necesidad extrema. El 443, aplicable en casos de divorcio, permite la atribución de la vivienda sin límite temporal cuando hay hijos menores o situaciones económicas desventajosas.
La expareja apeló, argumentando que no se respetó el límite de dos años del artículo 526 y que no se probó la vulnerabilidad de la madre ni su exclusividad en el cuidado de los hijos. También cuestionó la falta de una compensación económica por el uso prolongado de la vivienda.
Los jueces Guillermo Salas y Carina Ganuza rechazaron la apelación, considerando que el plazo de dos años del artículo 526 era discriminatorio para los hijos de uniones convivenciales respecto de los nacidos en matrimonios. Destacaron que la jueza de primera instancia priorizó la estabilidad de los niños, basándose en la Convención de los Derechos del Niño y la ley 26.061.
La Cámara concluyó que la madre cumple con los requisitos del artículo 526: convive con sus hijos en la vivienda y enfrenta una necesidad extrema, ya que dependía económicamente de su expareja y debe reinsertarse en el mercado laboral. Por ello, confirmó la inaplicabilidad del límite de dos años, garantizando la permanencia de la mujer y sus hijos en el hogar hasta que estos alcancen la mayoría de edad.
