La situación de la niña de 5 años, actualmente bajo la custodia de su padre, sigue sin resolverse, a pesar de que la Unidad de Niñez del municipio de Toay dictaminó que su tutela debía quedar en manos de sus abuelos maternos. “Ya no sabemos qué hacer ni a quién recurrir. Queremos que nuestra nieta esté con nosotros. El informe de las asistentes sociales fue contundente”, dice Juan, abuelo de S., en diálogo con BIFE. La familia no ha tenido contacto con la niña desde hace dos meses.
Dos semanas atrás, un informe de la Unidad de Niñez de Toay determinó que la menor debía estar bajo el cuidado de sus abuelos, quienes habían solicitado la custodia previamente. El documento indicaba que, con “carácter de urgencia”, la niña debía dejar de convivir con su progenitor, ya que este no reunía las “condiciones adecuadas” y ella corría “riesgo psicofísico”. Los abuelos también denunciaron que el padre de la menor los extorsionaba para permitirles verla. “Si queríamos verla, teníamos que depositarle dinero”, señaló Juan.
Tras el informe, la decisión quedó en manos de la Dirección General de Niñez de la provincia, pero, dos semanas después, aún no se ha pronunciado, pese a la urgencia indicada en el documento.
“La explicación que nos dieron es que desde el municipio de Toay no adjuntaron las pruebas de las amenazas, tanto hacia nosotros como hacia mi hija, la madre de la nena. Entonces, la Unidad de Niñez debió realizar otro informe completo. Ya lo hizo fue girado a la Dirección General de Niñez, pero aún continuamos sin novedades”, explicó el abuelo, con tristeza y bronca.
Los abuelos maternos de S. siguen esperando una resolución que permita que la pequeña quede bajo su cuidado. “Las asistentes sociales lo dijeron claramente. No sé qué más necesitan. Ella no puede estar ni con su padre ni con mi hija. Ninguno de los dos está en condiciones”, concluyó Juan.