Tres madres de alumnos de cuarto grado de la escuela primaria Normal 256 de Santa Rosa han presentado denuncias en la Seccional Tercera contra una maestra de inglés del turno tarde, acusándola de trato violento hacia los niños.
Los alumnos, de entre 9 y 10 años, aseguran que han sido víctimas de un comportamiento agresivo que ha escalado desde que tenían 8 años, sin que las autoridades educativas tomen medidas concretas al respecto.
Según el testimonio de las madres, la docente utiliza un lenguaje agresivo para dirigirse a los alumnos y, en varias ocasiones, ha tenido contacto físico inapropiado. También, aseguran que en una oportunidad instó a un grupo de alumnos a que hostiguen a un compañero que terminó con un esguince de tobillo.
“Desde el año pasado viene gritando a nuestros hijos, a muchos los hace llorar”, contó una madre a BIFE.
La situación terminó por explotar este año cuando, a manera de “represalia”, la profesora instó en el recreo a sus alumnos para que acosen a uno de sus compañeros. Según la madre del niño, la docente les dijo: “Agarren todos a L. y no lo dejen disfrutar del recreo porque se portó mal en clase”.
Llegado el momento, este grupo de alumnos se abalanzó sobre el niño, quien terminó con un esguince de tobillo. “Ahí me enteré que los maltratos venían hace rato. Le decía: ‘sos pelotudo, cómo se te va a caer tantas veces el lápiz’, entre otras cosas. También hizo llorar a nenas y ha tomado del brazo a muchos alumnos. Hay un nene que se está escolarizando en su casa por miedo a esta profesora”, contó.
Según afirman, la coordinación de primaria ha sido informada en reiteradas ocasiones, pero no ha tomado cartas en el asunto. “Solo me ofrecen es que trabaje acompañada, lo que me parece una falta de respeto porque se está pidiendo hace 2 años un acompañante para un alumno y no se lo dan”, dijo en comunicación con BIFE.
No obstante los maltratos continuaron y las madres solicitaron otra reunión pero, ante la negativa, presentaron la primera denuncia contra la profesora, que se elevó a fiscalía. Hasta el momento hay tres denuncias.
“Hay chicos que no quieren terminar el año. Solo queremos tener una solución”, concluyó la mamá.