El absurdo hecho ocurrió en la calle Urquiza entre San Martín y Lisandro de la Torre. Vecinos curiosos vieron una luz que bailaba producto del movimiento de las cortinas, y creyeron que era fuego. La crónica del despliegue policial, las mangueras y las sirenas de bomberos y la fatal expresión del marihuanero cuando ingresó por la puerta destrozada de su departamento, donde Toxicomanía ya se había hecho presente.
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