En el 2013, comenzó un misterio que recién hoy pudo develarse. Hace siete años, Pablo Daniel Benedetto desapareció en Capilla del Monte, Córdoba. Era agosto, cuando el joven de 28 años, que estaba de vacaciones con su familia, desapareció sin dejar rastros.
Benedetto desapareció luego de una discusión con su esposa, Paola Franco. Él se quedó solo en un camping del río Quilpo y su familia se hospedó en el centro de la localidad. Un día después, su camioneta apareció abandonada y dañada en el camino que une San Marcos Sierras con Charbonier.
En ese momento, se desplegó un operativo policial que lo buscó intensamente durante varias semanas de ese año. Un testimonio que lo ubicaba viajando rumbo a Buenos Aires hizo que los investigadores perdieran varios días tras una pista que, finalmente, resultó ser falsa.
Nunca más se supo nada de él, hasta ahora.
El 17 de julio del año pasado aparecieron los restos óseos que, hasta ahora, no habían sido identificados. “Cuando esos restos fueron hallados, la fiscalía solicitó la colaboración del Equipo de Antropología Forense del Poder Judicial, que en aquel momento determinó que los mismos serian de un adulto joven de sexo masculino”, explicó, en un comunicado, el Ministerio Público Fiscal.
Finalmente, el área de Genética Forense de Policía Judicial de la provincia de Córdoba pudo determinar que los restos pertenecen a Benedetto. Ahora, la fiscalía continuará con la investigación para poder determinar la causa de su muerte.