Un violento episodio sacudió la madrugada del domingo en la localidad de Reta, en el partido bonaerense de Tres Arroyos.
El hecho, que se investiga como una presunta embocada a efectivos policiales, terminó con agentes heridos, un patrullero destrozado y un grupo de gente que intentó ingresar por la fuerza a la comisaría local.
Todo comenzó durante la madrugada del sábado, cuando la Policía interrumpió y desactivó dos fiestas clandestinas.
En la primera, según el informe oficial, había aproximadamente 150 jóvenes y se secuestraron parlantes, luces, un generador eléctrico, una notebook, auriculares, trípodes y una gran cantidad de bebidas alcohólicas. En la segunda, a la que asistieron unas 50 personas, se incautó también un equipo de sonido.

Las autoridades labraron actas por infracciones a los organizadores en ambas oportunidades y se iniciaron actuaciones en el Juzgado de Faltas de Tres Arroyos y el Juzgado Federal de Necochea, a cargo del juez Bernardo Bibel.
“El sábado hubo en Reta dos fiestas clandestinas en los médanos, que enseguida se dispersaron y no trajeron mayores problemas”, explicó Carlos Sánchez, intendente del distrito que integran los balnearios Orense, Claromecó y Reta.
Tras esos episodios, un grupo de policías se dirigió a desactivar una nueva fiesta. Allí, fueron recibidos con piedrazos.
“Aparentemente hubo luego como una emboscada a la Policía en una calle cortada. Los llevaron hasta ahí diciendo que había una fiesta y tenían preparadas piedras para pegarles. La policía, como eran pocos, no podía salir y se armó un disturbio. Hubo tiros porque estaban acorralados, según la versión que tengo de la policía”, indicó el jefe comunal en declaraciones televisivas.

Mientras intentaban salir del lugar marcha atrás con un patrullero, tocaron a una joven que sufrió heridas leves, lo puso aún más violentos a los agresores. En ese momento, resultó herido un agente que recibió un piedrazo en la cabeza.
Ya en la comisaría, los agresores habrían intentado ingresar, pero el acceso fue bloqueado con muebles por los policías que quedaron en el lugar
Allí, atacaron el auto particular del Jefe de Policía local, Hugo Villagrán, que intentaba evitar que los manifestantes ingresaran en la dependencia, y que debió ser atendido en un centro de salud local con “un importante hematoma en uno de sus ojos, un labio cortado y una inflamación en su brazo, que iba de la mano al codo”.
La causa por “atentado y resistencia a la autoridad, daño agravado, lesiones y robo” quedó en manos del fiscal Marcelo Valderrey de la UFI N° 13 de Tres Arroyos, que a través del testimonio de testigos y policías agredidos identificó a 11 participantes que por el momento no fueron detenidos.
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