Hemos visto a Maradona: El gol a la eternidad

“Es, en el fondo, una víctima de la belleza extrema de la cual ha sido creador. ¿Cómo se vive siendo un ser humano si no dejan de decirte que sos Dios?”. De esquivar cintazos de su padre como si fueran ingleses, Diego llega a tener la visión y la soledad incomparable del que alcanza el Everest. Su obra está ahí, en la eternidad, adonde siempre podremos ir a refugiarnos los argentinos, cuando dudemos de lo que somos capaces.