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Luis Scola se despide de la Selección: serán eternos tus laureles

Se retiró de la Selección Argentina Luis Alberto Scola, a los 41 años. Momentos de emoción, reflexión y por, sobre todo, de mucho respeto. Deja la Celeste y Blanca el último guerrero de la Generación Dorada. Ya vendrá el momento de analizar el futuro, que se vislumbra complicado sin su jerarquía y liderazgo.

By Mariano Tagliotti /

Luego de un primer cuarto disputado, con Campazzo en modo diablo, Laprovittola punzante y Scola rompiendo a patadas las hojas del Calendario, vino la realidad. Los australianos repartieron el goleo con siete jugadores en 8 puntos o más, estuvieron muy efectivos desde el triple (17 de 38) cuando a nosotros la tortura del lanzamiento externo nos penalizó toda la competencia y por sobre todas las cosas en un segundo tiempo coral, brillante y arrollador pusieron en evidencia lo que veníamos intuyendo: Con Luifa entrado a los 40, Campazzo desgastado y Deck apagado no tenemos chances reales de competir contra las potencias mundiales. Al revés de Turquía 2019, en Japón no hubo picos de rendimientos individuales.

A todo esto, a los de Oceanía les faltó su pívot principal, Aaron Baynes, pero de igual manera dominaron las tablas con los utilitarios Kay y Landale. No hubo falta de actitud ni pasividad para reclamar, esos son ítems que la Selección los tiene aprobados por una manera de ver el juego, de vivirlo y de transmitirlo. Lo que sí, nos costó mucho todo, la preparación y la forma de jugar (rápido, a tomar tiros en transición, sin construcción colectiva) quizás sean los ítem más discutibles, pero con el diario del lunes, todos somos Rodolfo Walsh.

Resta por decir, que como durante todo el Torneo, Hernández erró la estrategia, se vio superado en el ‘’tú a tú’’ con el estratega rival y no aportó soluciones tácticas desde el banco de suplentes, más allá de vivir intensamente los partidos y sufrir como un hincha más. Los entrenadores también se equivocan, y después de mucho brillar, al bahiense de 57 años le tocó tener una cita importante y no estar a la altura. Apostó mucho a Laprovittola, que todavía la está picando y tirando bajo los cielos del Emperador. No llevó a un tirador de garantías, y vuelvo a insistir con Delfino. Le damos la derecha en que nadie se imaginó una versión tan desdibujada de Vildoza, que tiene la cabeza en si los Knicks le garantizan su contrato NBA o no, al igual que Deck, que está pagando su nulo inglés con la posibilidad de no hacer pie en los Thunder de Oklahoma.

El Capitán:

La foto con Scola, hoy, cotiza a valor Euro. Todos tienen un recuerdo, una anécdota que lo define (sobre todo a su proverbial ética de trabajo), casi todos nos animamos a pintar un óleo con las hazañas de este porteño de 41 años, padre de 4 hijos y casado con una santiagueña, que nos llenó los ojos de básquetbol en 23 años de representar a la Mayor a un nivel excelso.

Cinco Juegos Olímpicos. Lo voy a escribir de vuelta. Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012, Río 2016, Tokyo 2020. ¿Se entiende? Es una inmensidad, cuarto goleador histórico de la cita magna del baloncesto (los Olímpicos son lo más importante en esta disciplina, por sobre los Mundiales). Un cuerpo con poca fibra rápida, sin sobrarle centímetros, y una cabeza superior capaz de administrar los recursos, pensar el juego e ir agregándole aristas (el tiro de 3, los costa a costa A BALÓN DOMINADO) según vayan mutando las tendencias.

Podríamos decir que un trabajador en todo el sentido de la palabra. Un ser humano sensato que fue reinventando su juego según pasaban las décadas (decir décadas en la élite del deporte mundial es hablar de siglos), hasta llegar a una versión sublime en el Mundial de Turquía 2019, haciendo de todo un poco y un poco de todo, a los 39 pirulos. La Pandemia le jugó una mala pasada, llegó muy justo de piernas y no pudo arrimarle el hombro a las Semifinales, porque básicamente, le faltó compañía, y duele muchísimo decirlo, también capacidad rebotera y defensiva a él, un hombre al fin, aunque nos acostumbramos a pensar que era inmortal, eterno, el Benjamin Button FIBA.

Deja un ejemplo a seguir, de perfil bajo y compromiso, en épocas donde algunos de sus compañeros (el incomprensiblemente citado Cáffaro se la pasa ‘’chapeando’’ con su presencia olímpica en Redes) están mas preocupados por el representante, los sponsors y la relación con el periodismo. Otro estilo, otra época, que va llegando a su fin, dando paso a una Era que en su momento deberemos evaluar. Pocas palabras, silencios retrospectivos, el compromiso de presentarse siempre dispuesto a hacer un esfuerzo más. Scola, al final del día, es ni más ni menos la posibilidad de plantarse ante quien sea, se llame como se llame, con armas nobles y con la frente en alto. Scola es aquel que siendo una estrella NBA y facturando un millón de dólares mensuales, iba corriendo ante el llamado de los ayudantes argentinos que ganaban 10.000 pesos por mes para empezar la práctica con la ilusión y la mente abierta del primer día. Nunca se creyó nada, habiendo trepado muy alto (a pulmón).

No parece poco.

El Futuro:

Material hay.

Material, ¿hay?

CAMPAZZO ya no es un pibe, pero tomará el relevo de Scola, y por talento y compromiso, espíritu de liderazgo, estará a la altura. LAPROVITTOLA es un base con DEMASIADO gol, con DEMASIADO TIRO TRAS BOTE, y se parece cada vez menos, a un base. Vildoza decepcionó, pero a no equivocarse; está destinado para grandes cosas. Vaya a saber qué le sucedió, lo entenderán aquellos que viven la interna, pero no se lo vio disfrutar ni sonreír en Tokyo. Hay veces que la NBA te agarra un crack, y te lo devuelve jugador de vóley (Oberto).

BOLMARO fue desaprovechado completamente, tiene físico, envergadura, es talentoso y está en el mejor club FIBA del mundo. Su tiro es lento y feo, pero se puede pulir. Brussino y Garino dan la sensación de haber brindado ya lo mejor, y tocado su techo. El que tiene mucho hilo en el carretel es DECK, quizá el socio por talento y perfil de Facu a cargo de los timones del vestuario. Vaulet es una promesa siempre postergada.

El recambio interior, ahí si dan ganas de llorar. NADA es un tango precioso que cantaba Julio Sosa en la década del ´60. Y que bien suena, triste y melancólico, para la ocasión. Vivimos a lomos de Scola los últimos 15 años en esa cuestión. No hay gol, no hay talento ni tiro en esa posición, por lo menos con los tres que fueron a tierras orientales. Berra puede ser opción, aunque nadie se rasgará las vestiduras si no explota. D´ELÍA es lo más confiable, con sus limitaciones, por tamaño y versatilidad, pero no juega de espaldas ni tira al cesto.

El Torneo:

Estados Unidos eliminó a España (se retiraron dos leyendas como los Gasol, en especial Pau, historia viva del baloncesto) imponiéndose 95-81 con un Kevin Durant que juega a otro deporte, habita otra galaxia y que encendido e inspirado, más el acompañamiento de Booker y Holiday, hace jugar al resto por la medalla de plata. Australia será una prueba de fuego, por su desparpajo e intensidad. La cuestión es que si los dirigidos por Popovich están dulces desde el perímetro, no hay demasiado por oponer.

Eslovenia le ganó muy bien a Alemania. Están en semis. Es una historia hermosa, inspiradora, la de este pequeño país europeo lleno de guerreros, unidos, motivados y con una talento a nivel técnico al cual le suman agresividad para las divididas y enfoque grupal. Paliza 94-70 y a otra cosa. Todavía quedan por ver bellos milagros a cargo de Luka Doncic…

Francia, una topadora a nivel físico, plagada de potencia y altura, se deshizo de la entusiasta Italia por un 84-75 que no estaba en los planes previos. Necesitó de una marcha más. Puede sufrir en demasía versus el niño terrible de los Balcanes…